Hemos leído con interés el artículo de A. Baeza-Román et al., donde se afirma que los pacientes diabéticos con síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST (SCACEST), en comparación con los no diabéticos, tienen una mayor demora en el acceso al sistema sanitario, aunque no se relaciona con una mayor mortalidad intrahospitalaria1.
En este sentido y de cara a la interpretación de los resultados, nos gustaría realizar algunos comentarios. En primer lugar, los autores dicen que el retraso del paciente podría justificarse con el antecedente de diabetes mellitus, hecho descrito ampliamente en la literatura. Sin embargo, hubiera sido de interés conocer el efecto de la mayor edad y frecuencia de sexo femenino en este grupo de población, ya que son también características que pueden influir en este hecho2. Además, el retraso puede condicionar la toma de decisión sobre la realización o no de la reperfusión, y en la selección de la mejor técnica (angioplastia primaria frente a fibrinólisis)3. En segundo lugar, el trabajo muestra que el antecedente de diabetes se asocia de forma estadísticamente significativa con una evaluación más compleja, al tener más frecuencia de bloqueo de rama izquierda en el electrocardiograma, mayor gravedad según las escalas Killip, Grace y TIMI, riesgo de sangrado según la escala CRUSADE, y menor frecuencia de recibir tratamiento de reperfusión. Además, los autores no aportan datos sobre el tratamiento farmacológico recibido en la primera atención. En este sentido, numerosos estudios han demostrado la mayor eficacia de la doble antiagregación con los nuevos antiagregantes, como el ticagrelor y el prasugrel, en dicho grupo de pacientes en comparación con el clopidogrel2. En tercer lugar, los autores aportan exclusivamente datos de mortalidad intrahospitalaria, pero no de mortalidad previa a la llegada al hospital ni tras el alta a corto, medio o largo plazo, con lo cual la influencia de estos factores no puede ser analizada.
Teniendo en cuenta lo anteriormente escrito, y considerando las posibles limitaciones del presente trabajo, creemos que debemos continuar mejorando aspectos de la educación del paciente diabético a la hora de reconocer posibles síntomas y signos relacionados con el infarto agudo de miocardio, de cara a minimizar los tiempos de aviso o consulta a los servicios de urgencias4. Así mismo, insistir en la concienciación del médico responsable de la primera atención ante la presencia de diabetes mellitus5, ya que podría tener un efecto no cuantificado en el tratamiento inicial del SCACEST y en los resultados previos o al alta de la hospitalización.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.