En respuesta al manuscrito del Dr. Calvo Herranz et al. «Implantación de un sistema de gestión en Medicina Intensiva…»1, nos gustaría comentar al respecto:
Pese a que la clave de todo el problema parece sencilla (identificar tempranamente al paciente en riesgo2,3) y de que su intento por conseguirlo no es una idea nueva, su puesta en marcha no resulta tan fácil. Y esta se debe a diferentes razones entre las que estarían la falta de recursos, la inadecuada organización y un insuficiente entrenamiento del personal.
Siendo conscientes de todos los problemas anteriormente citados, y en un intento de dar una respuesta a la mayoría de estas necesidades, el Servicio de Medicina Intensiva de los
Hospitales Ntra. Sra. Virgen del Prado de Talavera de la Reina y el Hospital Provincial de Toledo, junto con las UCI de Ciudad Real, Cuenca y Albacete han diseñado y patentado el Curso IPR (Identificación del Paciente en Riesgo). El curso tiene como objetivo formar a la enfermería y a los residentes a «ver», pues es en ellos donde recae normalmente la responsabilidad de alertar. Para conseguir esto, nos basamos en 3 pilares fundamentales: 1) la identificación de un paciente potencialmente en riesgo reconociendo signos y síntomas de deterioro, y la activación del sistema de atención rápida, 2) La valoración sistemática del paciente, y 3) La toma de decisiones iniciales basada en un diagnóstico sindrómico fruto de dicha valoración inicial, que deriva en un manejo inicial y la canalización del paciente a los especialistas adecuados si fuese necesario, lo cual incluye la activación de los códigos específicos existentes que se apliquen al paciente concreto (sepsis, síndrome coronario agudo, PCR, etc.) lo que no supone la intervención sistemática del Servicio de UCI en todos los casos4,5.
Sin embargo, y a nuestro entender, lo novedoso del presente Curso IPR no estriba tanto en la idea de búsqueda y seguimiento activo del paciente en situación de riesgo por parte de médicos intensivistas mediante sofisticados sistemas de aviso temprano, sino la de implicar a todos los estamentos que forman parte de la cadena del cuidado hospitalario del enfermo, desde la enfermera (frecuentemente el primer eslabón) hasta el médico adjunto, pasando por el médico residente de cualquier especialidad para que, ofertando unos conocimientos y habilidades básicas, «puedan detectar lo que no va bien» y sepan iniciar las medidas de manejo precoz adecuadas, es decir, un curso que «enseña a ver» los síntomas y signos del paciente potencialmente en riesgo.
Si bien consideramos que el médico intensivista, por su formación y actividad clínica diaria, es sin duda la figura hospitalaria mejor formada para el reconocimiento temprano de la enfermedad grave, la valoración integral del paciente y la toma decisiones jerarquizadas, no hay que olvidar que hoy en día, existen unidades de ictus, de soporte ventilatorio, de reanimación, de semicríticos/cuidados intermedios, de observación, etc., en las que pueden estar ingresados pacientes potencialmente graves, siendo de especial interés que sus médicos responsables, sea cual sea su especialización, sean capaces de identificarlos de forma competente.
Estaríamos encantados de compartir nuestra metodología y materiales de curso IPR con aquellas UCI que tuviesen interés en comenzar a implantarlo en sus hospitales.