La superficie corporal, la piel y las mucosas están colonizadas por miles de bacterias que conforman la microbiota natural. En el caso del paciente hospitalizado, sobre todo si ha sido sometido a presión antibiótica, la composición de la flora bacteriana se modifica y aparece un predominio de los microorganismos multirresistentes. Este aspecto es especialmente relevante en el paciente crítico y se suma a la frecuente irrupción de su superficie para la realización de procedimientos diagnósticos y terapéuticos. Al atravesar piel y mucosas existe el riesgo de inocular bacterias en el interior del paciente a territorios habitualmente estériles y, por tanto, la posibilidad de inducir una infección relacionada con el procedimiento. Del mismo modo, la presencia de dispositivos que mantienen una apertura artificial en la superficie corporal suponen un riesgo continuo para la invasión bacteriana y la infección. El desarrollo de este tipo de infecciones tiene unas consecuencias nefastas en el pronóstico del paciente, suponen un notorio perjuicio de la calidad asistencial y conllevan un importante costo sanitario.
Por tanto, la asepsia de la superficie cutánea es un elemento fundamental en la correcta asistencia sanitaria. La eliminación de los microorganismos antes de la realización de procedimientos invasivos ha demostrado ser una medida que disminuye la incidencia de complicaciones infecciosas y, por tanto, mejora el pronóstico de los pacientes críticos.
A lo largo de este monográfico realizaremos una revisión de los principales conceptos sobre asepsia, analizaremos los principales antisépticos disponibles y valoraremos los aspectos fundamentales de la asepsia en relación con los procedimientos más frecuentemente realizados sobre el paciente crítico.
A través de esta revisión pretendemos transmitir la trascendencia de un acto aparentemente trivial en comparación con la complejidad de alguno de los procedimientos que le suceden. Sin embargo, un defecto en la sustancia antiséptica elegida, en la forma o en el tiempo de aplicación, pueden suponer la aparición de complicaciones infecciosas que no solo truncarían los potenciales beneficios del procedimiento, sino que también pondrían en riesgo la vida del paciente.
Es por tanto fundamental la constante actualización sobre este tema y la disponibilidad de protocolos locales de asepsia cutánea que incluyan todos los aspectos prácticos relevantes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Nota al suplementoEste artículo forma parte del suplemento «Antisepsia en el paciente crítico», que cuenta con el patrocinio de Becton Dickinson.