UN OBJETIVO CUBIERTO
La inclusión de Medicina Intensiva en el Index Medicus/MEDLINE abre una nueva etapa para nuestra revista. Considero que éste es un momento especialmente dulce, ya que una de las aspiraciones más anheladas por todos se ha cumplido. Quiero agradecer y felicitar al anterior director, el Dr. Miguel Ángel de la Cal, por el acierto en las gestiones realizadas que han conducido finalmente a este éxito. Asimismo quiero expresar mi afecto y agradecimiento a los directores previos, Dr. Antonio Tomasa y Dr. Jordi Ibáñez, por la labor realizada y por los esfuerzos en mantener y mejorar nuestra revista. Durante los periodos en los que la dirigieron, Medicina Intensiva gozaba de un prestigio y reputación muy notable. Sin embargo, siendo realistas y a pesar de los esfuerzos de los diferentes equipos de dirección, debemos reconocer que este prestigio ha ido disminuyendo progresivamente. La causa de este languidecimiento se debía básicamente a las dificultades detectadas para ingresar en el Index Medicus. Éste era considerado el objetivo fundamental para el progreso de la revista1, pero parecía muy lejano, casi inalcanzable, y que probablemente dependía de factores que no controlábamos. Pues bien, el objetivo se ha conseguido y ahora se abre una etapa nueva en la que se pueden identificar dos diferencias fundamentales respecto a la anterior: a) ahora se vive un ambiente de relativo optimismo que debemos aprovechar y b) ya no hay factores incontrolables o desconocidos que nos impidan progresar, ahora dependemos sólo de nuestro trabajo. En estas circunstancias y cuando lo más difícil está hecho, el Dr. Miguel Ángel de la Cal deja voluntariamente la dirección de la revista, cerrando su etapa con el mayor éxito esperable y con un futuro prometedor.
PLANTEAMIENTOS PARA EL FUTURO
El reto ahora es conseguir atraer el interés de los intensivistas de habla hispana para que nos den la oportunidad de evaluar sus trabajos originales. Nuestro compromiso es la realización de una evaluación rigurosa, independiente y rápida. En este sentido, la labor de los revisores constituye el pilar básico para la buena evolución de la revista. De su objetividad, dedicación y actitud positiva depende en gran parte el progreso de la misma y desde aquí agradezco su desinteresada y eficaz colaboración.
Los Grupos de Trabajo de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC) tienen asimismo un papel crucial. Su influencia como expertos en las diferentes ramas de la Medicina Intensiva debe ser aprovechada tanto para la publicación de recomendaciones o guías de manejo de pacientes como para la publicación de trabajos originales de colaboración o individuales.
El objetivo estratégico que nos planteamos para los próximos años pasa por conseguir la inclusión de Medicina Intensiva en el Science Citation Index. La inclusión en esta base de datos permitirá la obtención de factor de impacto y de otros índices cuantitativos de citación que actualmente son considerados necesarios a la hora de valorar la trascendencia de cada revista. Esto requiere un proceso de evaluación para el que hay que prepararse. Es importante incrementar la publicación de investigaciones originales y de revisiones que permitan ser citadas no solo en Medicina Intensiva sino en otras revistas incluidas en el Index Medicus. Para este propósito se necesita la colaboración de todos, y desde aquí hago un llamamiento para que nuestra revista sea tenida en cuenta y sea citada sin complejos cuando los autores lo consideren adecuado.
Quiero dedicar una mención especial y un recuerdo afectuoso a nuestros colegas de la Federación Panamericana e Ibérica de Sociedades de Medicina Crítica y Terapia Intensiva. La aceptación de Medicina Intensiva, en febrero de 2004, como órgano oficial de esta federación2, proyecta a nuestra revista en una dimensión internacional y deseo que cristalice con la recepción no solo de las investigaciones originales sino de otro tipo de colaboraciones como revisiones, puntos de vista, etc. Queremos poner de relieve la realidad de la Medicina Intensiva en ambos lados del Atlántico, y contribuir al progreso de la misma y a estrechar los lazos que siempre han existido.
Para finalizar quiero agradecer a la Junta Directiva de la SEMICYUC y a sus socios que hayan depositado en mí la responsabilidad de dirigir Medicina Intensiva en esta nueva y excitante etapa. Una etapa en la que, respondiendo a la pregunta que da título a este editorial, yo considero que, actualmente, sí se dan las condiciones para pretender que Medicina Intensiva sea un reflejo cada vez más fiel de la actividad de los intensivistas de habla hispana.