Desde la descripción del síndrome poscuidados intensivos (SPCI) han sido múltiples las publicaciones que lo han abordado, ya sea total o parcialmente. Sin embargo, el propósito de este enfoque no es examinar exhaustivamente el SPCI en su conjunto, sino dirigir la atención hacia la epidemiología de los trastornos mentales. Aunque este aspecto ha sido abordado extensamente en la literatura internacional, persisten incertidumbres que solo pueden resolverse mediante análisis más rigurosos.
Entre 2015 y 2016 se publicaron 3metaanálisis para evaluar la prevalencia de síntomas de ansiedad1, depresión2 y trastorno de estrés postraumático (TEPT)3 en los supervivientes a una enfermedad crítica. Las conclusiones fueron que el 32-40, el 30 y el 22% de los pacientes presentaban síntomas de ansiedad1, depresión2 o TEPT3, respectivamente, al año de seguimiento. En todos destacaba una exagerada heterogeneidad entre los resultados de los estudios incluidos. En la mayoría de estos, los datos se obtuvieron mediante el uso de encuestas para la detección de síntomas sin una evaluación presencial, aspecto que fue recogido como limitación en los 3metaanálisis.
Tanto esta como otras limitaciones metodológicas (muestras escasas, desconocimiento de antecedentes, heterogeneidad de los pacientes incluidos, etc.) se han mantenido hasta el momento actual y los resultados continúan caracterizándose por su variabilidad. Aunque en muchos se enfatiza en la elevada prevalencia de síntomas, también se reconocen las limitaciones que afectan a los resultados. Entre estas sigue siendo recurrentemente admitida la exclusiva valoración de síntomas mediante el uso de escalas (telefónica o por correo en algunos de ellos) sin evaluaciones presenciales especializadas, enfoque que carece de la robustez metodológica necesaria para una identificación precisa de los trastornos mentales (tabla 1)4-13.
Estudios que han evaluado la prevalencia de síntomas o trastornos psiquiátricos tras la enfermedad crítica
Autor/país | n | Año | Diseño | Ansiedad | Depresión | TEPT | Meses tras el alta | Evaluación/limitacionesa |
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Jackson et al.4/EE. UU. | 821 | 2014 | CohorteProspectivomulticéntrico | 37% y 33% | 7% | 3 y 12 | Presencial. Escalas: BDI-II, PCL-SNo fue factible observar directamente las conductas de los pacientes, por lo que se basaron en medidas de autoinforme | |
Rabiee et al.2/EE. UU. | 38 estudios(n: 4.113) | 2014 | Metaanálisis | 30%(rango de los estudios incluidos: 4%-64%) | 12 | Evaluación presencial, por correo o telefónica en el 39, el 32 y el 26% de los estudios, respectivamenteCon excepción de 2 estudios los síntomas depresivos se evaluaron mediante cuestionarios (HADS-D, CES-D y BDI-II), la mayoría de los cuales no han sido evaluados rigurosamente en cuanto a su desempeño psicométrico en los sobrevivientes de la UCI. Idealmente, los estudios utilizarían una entrevista de diagnóstico semiestructurada administrada por un médico | ||
Parker et al.3/EE. UU. | 40 estudios(n: 4.620) | 2015 | Metaanálisis | 22%(rango de los estudios incluidos: 4%-62% | 12 | Con la excepción de un estudio, los síntomas de TEPT se evaluaron mediante cuestionarios. Idealmente, los estudios utilizarían una entrevista semiestructurada de diagnóstico clínico | ||
Nikayin et al.1/EE. UU. | 27 estudios (n: 2.880) | 2016 | Metaanálisis | 32-40%(rango de los estudios incluidos: 5-73%) | 12 | Todos los estudios utilizaron cuestionarios para evaluar los síntomas de ansiedad. Si bien los cuestionarios proporcionan datos cuantitativos que pueden analizarse, no se puede hacer ningún diagnóstico a partir de estas evaluaciones de los pacientes. HADS-A es una medida de los síntomas de ansiedad general y no fue diseñada para detectar un diagnóstico psiquiátrico específico | ||
Huang et al.5/EE. UU. | 645 (6m)606 (12 m) | 2016 | CohorteProspectivo multicéntrico | 42% | 36% | 24% | 6-12(idéntica prevalencia) | Telefónica (98%)Escalas: HADS-A, HADS-D, IES-RUso de medidas autoinformadas de síntomas psiquiátricos sin determinar diagnósticos psiquiátricos clínicos |
Bienvenu et al.6/EE. UU. | 186 | 2018 | CohorteProspectivo multicéntrico | 38% | 32% | 23% | 33-39 | Escalas: HADS-A, HADS-D, IES-RSe midieron los síntomas de ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático mediante cuestionarios validados y recomendados en lugar de entrevistas de diagnóstico clínico |
Hatch et al.7/Reino Unido | 4.943 | 2018 | Cohorte, multicéntrico | 45,7% | 41% | 22% | 3 | Encuestas por correo postalEscalas: HADS-A, HADS-D, PCL-CUna encuesta postal solo puede utilizarse para calcular la prevalencia de casos en lugar de tasas de diagnóstico clínico real. La validez de estos hallazgos depende, por lo tanto, de las propiedades psicométricas de los instrumentos utilizados |
Sivanathan et al.8/Canadá | 121.101 | 2019 | Cohorte, retrospectivo, 2005-2015 | Diagnóstico psiquiátrico 17% | Diagnósticos efectuados por médicos de atención primaria o psiquiatrasSe excluyó a los pacientes con afecciones que se sabe que aumentan el riesgo de enfermedades mentales posteriores, o aquellos con enfermedades mentales preexistentes. Es posible que se hayan subestimado las tasas reales de diagnósticos, ya que la metodología no captaría a los pacientes que no buscaron atención médica | |||
Añón et al.9/España | 72 | 2020 | Cohorte, retrospectivo | Síntomas psiquiátricos: 32%Diagnóstico psiquiátrico: 12% | 3 | Presencial(síntomas: presencial en CEMI. Escalas: HADS-A, HADS-D, EGS-TEPT)(diagnóstico psiquiátrico: evaluación presencial por psiquiatría)Formato carta. No se expusieron limitaciones | ||
Unoki et al.10/Japón | 754 | 2021 | Cohorte, retrospectivo | 17% | 28% | 6% | 12 | CorreoEscalas: HADS-A, HADS-D, IES-RLos antecedentes psiquiátricos, que se asocian significativamente con la salud mental posterior a la UCI, se obtuvieron de los expedientes médicos; por tanto, es posible que se hayan subestimado los problemas de los pacientes. Además, faltaban datos que pudieran estar asociados con la salud mental |
COMEBAC study11/Francia | 177COVID-19 | 2021 | Cohorte, prospectivo | 23,4% | 18,1% | 7,4% | 4 | PresencialEscalas: HADS-A, BDI, PCL-5Muchos pacientes que fueron invitados a participar rechazaron tanto las evaluaciones telefónicas como las evaluaciones ambulatorias. Es posible que los pacientes que no participaron tuvieran menos síntomas que los que sí lo hicieron |
Heesakkeers et al.12/Países Bajos | 246COVID-19 | 2022 | Cohorte, prospectivo | 17,9% | 18,3% | 9,8% | 12 | Cuestionarios online o en papel(Escalas: HADS-A, HADS-D, IES-6)Medidas de resultado informadas por los pacientes, que no pueden utilizarse como herramientas de diagnóstico |
Nanwani et al.13/España | 186COVID-19 | 2022 | Cohorte, prospectivo | Síntomas psiquiátricos 31%Diagnóstico psiquiátrico 15% | Presencial(síntomas: presencial CEMI. Escalas: HADS-A, HADS-D, EGS-TEPT)(diagnóstico psiquiátrico: evaluación presencial por psiquiatría)Los pacientes con deterioro psiquiátrico, deterioro cognitivo y pacientes con enfermedades neuromusculares o neurológicas graves fueron excluidos de la evaluación |
BDI-II: Beck Depression Inventory; CEMI: consulta externa de Medicina Intensiva; CES-D: Center for Epidemiological Studies Depression scale; HADS: escala hospitalaria de ansiedad y depresión; EGS-TEPT: escala de gravedad de síntomas de trastorno de estrés postraumático; IES-R: Impact of event scale revised; IES-6: Impact of event scale-6; PCL-C: Post Traumatic Stress Disorder Check List-Civilian version; PCLS: Post-Traumatic Stress Checklist-Specific Version; PCL-5: Posttraumatic Stress Syndrome Checklist for Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, fifth edition; TEPT: trastorno de estrés postraumático.
En algunos estudios cuyo objetivo ha sido determinar su prevalencia tras el ingreso en la UCI por personal especializado (aunque con diferentes metodologías), se han encontrado resultados más homogéneos que han oscilado entre un 129 y un 17%8 de diagnósticos psiquiátricos. En un estudio reciente13 llevado a cabo en 3centros nacionales evaluamos a 186 supervivientes de COVID-19 que habían sido ventilados mecánicamente; concluimos que el 31% presentaba alteraciones psiquiátricas a los 3meses del alta hospitalaria. Aunque las valoraciones fueron presenciales, estos datos se obtuvieron de las escalas aplicadas en la consulta de Medicina Intensiva (por lo que no fuimos ajenos a las limitaciones anteriormente expuestas). El seguimiento de los pacientes derivados al equipo de Psiquiatría (datos no publicados) nos reveló que solo el 15% de ellos fueron diagnosticados de algún trastorno mental.
Las escalas de valoración se utilizan para medir y cuantificar síntomas, comportamientos o rasgos mentales. Se transforman en valores numéricos que indican la gravedad de síntomas específicos, pero no constituyen un diagnóstico definitivo. Aunque se ha argumentado que algunas son herramientas de detección adecuadas por su sensibilidad y especificidad, una y otra pueden variar dependiendo de diversos factores (umbrales utilizados para definir la presencia de síntomas, población estudiada, contexto, etc.) y no deben sustituir a la evaluación presencial especializada.
Es incuestionable que los trastornos mentales constituyen una secuela de la enfermedad crítica, ya sea como nuevos diagnósticos o como agravamientos de enfermedades psiquiátricas previas (aspecto este que tampoco se ha abordado con rigor en la literatura). Sin embargo, la extensa bibliografía que ha fundamentado sus conclusiones en los resultados de encuestas para la detección de síntomas sin una validación presencial especializada puede inducir a un sobrediagnóstico psiquiátrico, que tiene como consecuencia una especulación alarmante, no solo en la comunidad científica, sino también en la sociedad, a menudo influida por titulares sensacionalistas en la prensa general. Los futuros estudios epidemiológicos deben adoptar la rigurosidad metodológica debida para obtener resultados fiables y evitar datos sobrestimados que puedan generar confusión, propiciar interpretaciones erróneas y alimentar la especulación.
FinanciaciónSin financiación.
Conflicto de interesesSin conflicto de intereses.