En febrero de 1975 Kirby et al.1 describieron la utilidad de niveles altos de la presión positiva al final de la espiración (PEEP) en la insuficiencia respiratoria aguda, presentando 28 pacientes con múltiples enfermedades, a los cuales se les midieron varios parámetros: cortos circuitos intrapulmonares (Qs/QT), sangre venosa mixta (QS/QT), diferencia arteriovenosa (CaO2-CvO2), gasto cardiaco y PaO2/FiO2, esta diferencia basada en un artículo de Horovitz et al.2 donde se reportaban 49 pacientes críticamente enfermos, valorando en ellos la respuesta pulmonar secundaria a una lesión mayor, se describía la relación PaO2/FiO2>300 como normal.
Debido a la facilidad de realizar este índice se postuló como uno de los criterios necesarios para el diagnóstico del síndrome de dificultad respiratoria (SDR) en el Consenso Americano-Europeo en 1994, y en la definición de Berlín en 20123,4.
Este último consenso enfatiza la utilidad diagnóstica del PEEP≥5cmH2O, lo cual aún existe controversia sobre los pacientes con alteración en el PaO2/FiO2<200, pero con un PEEP<5cmH2O.
El índice de Kirby ha tenido varios nombres a través de las décadas: como índice de oxigenación, PAFI o radio P/F.
A través de la historia del estudio de la insuficiencia respiratoria, el índice se ha utilizado en más de 4.000 artículos científicos como lo muestra el buscador PubMed5.
Actualmente se ha enfatizado en la clasificación del SDR la utilización de la PEEP y la FiO2, esto para tener certeza de los casos verdaderos en comparación de los posibles, considerándose al Consenso Americano-Europeo como «fallecido» por algunos autores6.
Aún existe controversia sobre cuál es el índice ideal para la clasificación del SDR, se ha propuesto la importancia que tiene también la ventilación (paCO2) y no solo la oxigenación.
El índice de Kirby junto con otros parámetros, es una herramienta que produce diagnóstico y pronóstico, se realiza en la cama del paciente, mostrándonos una vez más la grandeza de lo simple.