Determinar las propiedades métricas de la escala COMFORT Behavior Scale desarrollada por van Dijk et al. (2000) en el contexto del paciente crítico pediátrico.
DiseñoEstudio observacional, psicométrico y prospectivo.
Lugar de estudioUnidad de Cuidados Intensivos de un hospital pediátrico y universitario de tercer nivel asistencial.
PacientesUn total de 311 niños con una mediana de edad de 5,07 años (0,9-11,7).
IntervencionesNinguna.
Principales variables y resultadosLa escala fue administrada de forma simultánea por 2enfermeros a 311 pacientes ingresados en una unidad de críticos de 18 camas de un hospital pediátrico de tercer nivel asistencial. La versión española de la COMFORT Behavior Scale obtuvo un alfa de Cronbach de 0,715 y está compuesta por 3factores, con 2ítems cada uno: 1) alerta y movimiento físico; 2) calma/agitación y respuesta respiratoria/llanto, y 3) tono muscular y tensión facial.
ConclusionesLa escala COMFORT B logró ser adaptada al idioma español y mostró ser válida para determinar y cuantificar el grado de confort en un grupo de niños ingresados en una unidad de cuidados pediátricos española.
To determine the measurement properties of the Spanish version of the COMFORT Behavior Scale developed by van Dijk et al. (2000) in pediatric critical care patients.
DesignProspective observational and psychometric study.
SettingLevel III Intensive Care Area at a university's children hospital.
PatientsA total of 311 children with median age of 5.07 years (IQR = 0.9-11.7).
InterventionsNone.
Principal variables and resultsTo determine the measurement properties the Spanish version of the COMFORT Behavior Scale was simultaneous administered by 2nurses to 311 patients admitted to an eighteen-bed critical care unit of a third level pediatric hospital. The Spanish version of the COMFORT Behavior Scale obtained a Cronbach alpha coefficient of 0.715 and it is a tool made up of 3factors with 2items: 1) alertness and physical movement; 2) calmness/agitation and respiratory response/crying, and 3) muscle tone and facial tension.
ConclusionsThe COMFORT B was adapted to Spanish and it has shown to be a valid an reliable tool to assess comfort in a group of children admitted to an Spanish Intensive Care Unit.
El manejo del confort del paciente crítico pediátrico ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) es uno de los retos más difíciles de conseguir por parte del personal asistencial1,2, en especial porque su valoración se complica debido a la disminución de la consciencia, la severidad de la enfermedad y el empleo de sedantes3.
La atención de estos niños críticamente enfermos es usualmente invasiva y agresiva, requiriendo numerosos procedimientos traumáticos, que pueden causarles miedo, dolor y disconfort4,5. El dolor del paciente pediátrico que ingresa en una UCI es uno de los síntomas relacionados con el disconfort de estos pacientes. Así, la Asociación Internacional del Dolor lo define como una experiencia sensorial subjetiva y emocional desagradable asociada a una lesión presente o potencial1.
La analgesia es fundamental en estos pacientes críticos pediátricos para evitar el dolor y el disconfort6-8. Permite a enfermería realizar procedimientos invasivos de forma segura, favorecer la sincronización y el confort del paciente a la ventilación mecánica7, prevenir extubaciones accidentales, reducir el consumo metabólico9 y de oxígeno en el caso de shock10.
A la vez, el disconfort es un aspecto esencial a tener en consideración en especial en aquellos pacientes que están profundamente sedados y ventilados mecánicamente, los cuales son incapaces de comunicarse3. Por tanto, la sedación y la analgesia se convierten en estrategias útiles a la hora de mantener un nivel óptimo y seguro de confort en el niño crítico11.
Optimizar y protocolizar desde el inicio de la asistencia del paciente crítico pediátrico un correcto control del dolor y un óptimo grado de sedación reduce la ansiedad del niño que se encuentra en un ambiente hostil repleto de técnicas y procedimientos derivados de su manejo clínico12,13. Además, un óptimo control del nivel de analgesia y sedación del paciente crítico pediátrico disminuye el riesgo de deterioro del sistema inmunitario e influye en la morbilidad14.
Durante los últimos años se han ido desarrollando varios instrumentos para valorar el grado de dolor pediátrico que combinaban tanto aspectos físicos como psicológicos15-19. La capacidad comunicativa, la etapa de desarrollo y si el niño está sometido a algún procedimiento invasivo (como intubación con sedación)21,41 son algunos de los aspectos que se han de tener en cuenta en el desarrollo de estos instrumentos de valoración del dolor20,21. Aún así, y con la finalidad de ser lo más objetivos posible en la determinación de este síntoma, algunos autores apuntan a que es importante tener en cuenta nuevos parámetros fisiológicos como la conductabilidad cutánea, la variabilidad de la frecuencia cardíaca y el electroencefalograma22-24. Algunos ejemplos de instrumentos de valoración del dolor pediátrico son la Face, Legs, Activity, Cry, Consolability (FLACC), desarrollada a partir de la escala infantil COMFORT y una de las más aplicables en niños25, o la escala indicadora de conductas de dolor (Behavioral Pain Scale).
En relación con la valoración del grado de sedación, y con la finalidad de disminuir la exposición innecesaria a sedantes y analgésicos en las UCI pediátricas (UCIP), existen diversas escalas específicas que permiten su cuantificación. Así, encontramos la Motor Activity Assessment Scale, la Sedation-Agitation Scale, la Richmond Agitation Sedation Scale14, la Ramsay y la COMFORT26,27.
Además, existen 2instrumentos originales escritos en lengua inglesa que miden de forma válida y fiable el concepto de confort del paciente crítico pediátrico (de 0-18 años): la COMFORT Behavior Scale (CBS) (2000)28-32 y la COMFORT Scale (1992)33,34. El objetivo de ambas escalas es evaluar el nivel de confort desde una perspectiva psicológica, es decir, definida como comportamientos con efectos negativos sobre el organismo y asociados al miedo, la ansiedad y el dolor de los niños críticamente enfermos31.
En el contexto específico de los países de lengua española no existe ningún instrumento validado que objetive el grado de confort de los pacientes críticos pediátricos. Por todo ello, se diseñó este estudio con el objetivo de examinar las propiedades métricas de la versión española de la COMFORT Behavior Scale (CBS-ES) mediante la determinación de la validez estructural y fiabilidad. Se debe aclarar que la palabra y el acrónimo COMFORT (en mayúsculas) se empleará para referirnos al nombre de la escala y para evitar confusiones con el estado de confort.
MétodosLa validación y la determinación de las propiedades métricas de la versión española de la COMFORT Behavior Scale desarrollada por van Dijk et al. (2000) se llevó a cabo teniendo en cuenta las recomendaciones planteadas por la Consensus-Based Standards for the Selection of Health Measurement Instruments (COSMIN) guideline35.
Diseño y lugar de estudioSe realizó un estudio observacional y prospectivo de adaptación transcultural y validación de un instrumento en el área de críticos de un hospital pediátrico de tercer nivel asistencial compuesta por 18 camas, situado en Barcelona. El período de estudio fue de septiembre del 2015 a septiembre del 2016.
MuestraLa población de estudio la configuraron el total de pacientes admitidos en el contexto de estudio (unos 1.450 aproximadamente por año). Bajo la premisa de intentar obtener resultados relevantes y con el objetivo de eliminar el máximo de sesgos posibles, se estimó que se precisaba una muestra mínima de 221 individuos (intervalo de confianza del 95% y precisión de ± 5%). El porcentaje poblacional que se previó fue alrededor del 80% y el de reposiciones necesarias de un 5%.
Se empleó una técnica de muestreo probabilístico y aleatorio estratificado por edad. Teniendo en consideración las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, se estratificó la muestra en: recién nacido (0-28 días), lactante (29 días a 2 años), preescolar (de 3 a 5 años), escolar (de 6 a 12 años) y adolescentes (de 13 a 18 años).
Los criterios de inclusión fueron: 1) pacientes pediátricos (de 0 a 18 años) ingresados en el área de críticos durante el período de estudio, y 2) aceptación y firma del consentimiento informado por parte de los representantes legales y, en el caso del menor maduro (edad igual o mayor a 12 años), aceptación/asentimiento del sujeto. Se excluyó a los pacientes: 1) en situación paliativa; 2) con barrera idiomática, y 3) a los que se les estuviera administrando relajante muscular en infusión continua.
InstrumentosComo se comentó previamente, actualmente existen 2instrumentos que valoran el confort del paciente crítico: la COMFORT Scale (1992) y la COMFORT Behavior Scale (2001). Ambas escalas miden 6 parámetros conductuales (vigilia, grado de agitación/calma, llanto o respuesta respiratoria, movimiento físico, tono muscular y expresión facial) y 2 fisiológicos en el caso de la escala de 1992 (frecuencia cardíaca y presión arterial media). Dado que se coincide con el hecho de que los parámetros de frecuencia cardíaca y presión arterial media pueden variar por diversas circunstancias (fármacos, empeoramiento o mejoría del proceso patológico, etc.)32, se decidió optar para el presente estudio por adaptar y validar la CBS.
Durante el proceso de validación de la COMFORT Behavior Scale se observó un alfa de Cronbach de 0,78, aumentando a 0,84 si se excluían del instrumento la frecuencia cardíaca y la presión arterial media30. La COMFORT Behavior Scale valora un correcto manejo del dolor postoperatorio del paciente cuando se obtienen unas puntuaciones ≤ 17. Con relación a la sedación, los autores definen que puntuaciones ≤ 11 puntos corresponden a sobresedación, de 11 a 22 los autores recomiendan contrastar la puntuación aplicando la Nurses Interpretation of Sedation Scale (NISS), no validado en nuestro contexto español, y una puntuación ≥ 23 indica infrasedación.
Previo al estudio, el equipo investigador procedió a adaptar transculturalmente al español la COMFORT Behavior Scale. Para ello, se siguieron las recomendaciones de la Comisión Internacional de Test36-38 y se contó con la ayuda de 4 profesionales bilingües que, mediante un proceso de traducción-retraducción, determinaron las mejores expresiones semánticas del instrumento. Además, se calcularon los índices de validez de contenido, obteniendo puntuaciones de entre 0,76 y 0,80 en todos los ítems y, de 0,87, en el global de la escala39.
Determinación de las propiedades métricas de la COMFORT Behavior Scale-versión españolaPara examinar las propiedades métricas de la CBS-ES se contó con la colaboración de un grupo de 12 enfermeras con un mínimo de antigüedad en el manejo del paciente crítico pediátrico de 5 años.
Se registraron como variables sociodemográficas: 1) la unidad de ingreso (UCIP/Unidad de Semicríticos Pediátricos [USCP]); 2) el sexo (masculino/femenino); 3) la edad (en días, meses o años); 4) el diagnóstico médico de ingreso (respiratorio/posquirúrgico/infeccioso/oncológico/otros); 5) la administración de sedoanalgesia (sí/no); 6) ventilación mecánica (sí/no), y 7) la estancia global en el área de críticos (en días). Las principales diferencias entre los pacientes ingresados en la UCIP y USCP fueron: la gravedad de la situación clínica y la necesidad de instaurar tratamiento con ventilación mecánica, soporte cardiovascular complejo o técnicas de depuración extrarrenal.
Recogida de datosEn primer lugar, se constituyó un equipo formado por 12 enfermeras del área de críticos. Con el objetivo de garantizar un adecuado proceso de recogida de datos, el investigador principal (ABA) diseñó una formación teórico-práctica que incluía: una presentación realizada con el programa PowerPoint® (Microsoft) en la que se explicó el concepto de confort, los aspectos a tener en consideración para su determinación, la versión final de la CBS-ES y los documentos de recogida de datos del estudio. La sesión teórica se inició explicando qué se entiende por confort. Posteriormente, se detallaron los objetivos y el procedimiento a seguir durante la investigación, mostrando el instrumento a emplear (CBS-ES). La parte práctica de la formación consistió en una valoración del grado de confort, empleando para ello la CBS-ES, por parte de cada enfermera colaboradora, a 5 pacientes ingresados en el contexto de estudio. Finalmente, se aclararon las dudas surgidas con el proceso de recogida de datos. La formación tuvo una duración de 5 h y, tras la misma, no se tuvieron que hacer modificaciones a la CBS-ES.
Tras haberse llevado a cabo todos los procedimientos necesarios que requería el paciente al ingreso en la unidad, se solicitó el consentimiento informado de participación en el estudio. Una vez obtenido, 2enfermeras por turno (mañana, tarde y noche) valoraron simultáneamente el grado de confort del paciente, empleando para ello la CBS-ES. Por tanto, se recogieron datos 3 veces al día (mañana, tarde y noche) durante las primeras 48h de ingreso.
El procedimiento de recogida de datos se llevó a cabo durante 7 meses (de marzo a septiembre del 2016).
Análisis estadísticoSe realizó un análisis descriptivo de los datos. Los derivados de las variables categóricas se expresaron en frecuencias (n) y porcentajes (%), mientras que los de las cuantitativas se plasmaron en forma de media y desviación estándar o mediana y rango intercuartil.
Para determinar la validez de constructo de la CBS-ES se llevó a cabo un análisis factorial de los principales componentes.
La fiabilidad de la CBS-ES se evaluó mediante el coeficiente alfa de Cronbach de la escala y de cada factor (el cual fue válido si era > 0,7) y la concordancia entre observadores mediante el coeficiente kappa de Cohen (dando por buenos valores > 0,60).
Para determinar la validez de la escala y, teniendo en cuenta los postulados planteados por Satorra y Bentler en 200140, se llevó a cabo un análisis factorial empleando para ello el Robust Unweighted Least Squares (RULS) como método de estimación y la matriz de correlación policórica como matriz de base. El número de factores del instrumento se determinó mediante el método de análisis paralelo, empleando el Comparative Factor Index (CFI > 0,90), el Tucker-Lewis Index (TLI > 0,90) y el Root Mean Square Error of Approximation (RMSEA < 0,08). Los índices de ajuste se consideraron satisfactorios teniendo en consideración los criterios establecidos por Ullman en 200641. Las comparaciones en los modelos encontrados se realizaron mediante el S-B χ2 test planteado por Satorra y Bentler en 200140.
Las puntuaciones de disconfort de la CBS-ES se establecieron teniendo en consideración la media y los percentiles observados en la muestra.
En todas las pruebas se asumió un nivel de confianza del 95% y se consideró que los datos obtenidos fueron estadísticamente significativos si obtenían un valor de p < 0,05
Consideraciones éticasPrevio a la realización del estudio se obtuvo el certificado de aprobación por parte del Comité de Ética e Investigación Clínica del hospital donde se llevó a cabo y de la Comisión de Bioética de una universidad pública. Además, se obtuvo también el consentimiento escrito de la autora de la COMFORT Behavior Scale, Dra. Monique van Dijk.
ResultadosCaracterísticas sociodemográficas de los participantesSe incluyó en el presente estudio a un total de 311 pacientes pediátricos, de los cuáles el 94,9% estaban ingresados en la UCIP. El 56,6% del total eran niños con una mediana de edad de 5,07 años (0,9-11,7). El diagnóstico que motivó más ingresos en el área de críticos fue el posquirúrgico en un 60,1% (n = 187), siendo la cirugía cardíaca (14,4%, n = 44) y la escoliosis (10,9%, n = 34) las más prevalentes. Del total de pacientes ingresados, el 25,3% estaba en ventilación mecánica y a un 65,9% (n = 205) se les estaba administrando algún tipo de sedoanalgesia de forma continua. El cloruro mórfico (22,5%, n = 70) y el fentanilo (5,5%, n = 17) fueron los más empleados. El dolor fue determinado empleando la escala FLACC, la PAIN y la escala numérica, las cuales establecían: no dolor = 0; dolor leve = 1-3 puntos; dolor moderado = 3-7 puntos y dolor severo = 7-10 puntos. La gran mayoría de los pacientes no padecían dolor (n = 240), dado que se les estaba administrando analgésico de forma continua (fentanilo o cloruro mórfico), en ocasiones combinado con sedación (midazolam o propofol), o porque tenían indicado analgesia discontinua (metamizol, paracetamol o tramadol, principalmente). La estancia media en el área de críticos fue de 2 días (2-110). No se observaron diferencias entre las variables sociodemográficas del paciente ingresado en UCIP y USCP. En la tabla 1 se puede observar con más detalle las características sociodemográficas de la muestra.
Características clínicas y sociodemográficas de la muestra (n = 311)
Características | Valores |
---|---|
Unidada | |
Unidad de Cuidados Intensivos | 295 (94,9) |
Unidad de Semicríticos | 16 (5,1) |
Estancia (en días)b | 2 (2-110) |
Sexoa | |
Femenino | 135 (43,4) |
Masculino | 176 (56,6) |
Edad (años)b | 5,07 (0,9-11,7) |
Edad grupos etarios | |
Recién nacido (0-28 días)b,c | 20 (12-27) |
Lactante (29 días-2 años)b,d | 8,1 (3,4-10,8) |
Preescolar (3-5 años)b,e | 3,6 (2,5-4,8) |
Escolar (6-11 años)b,e | 8,6 (6,9-10,2) |
Adolescente (12-18 años)b,e | 15,3 (13,8-16,5) |
Diagnóstico de ingresoa | |
Respiratorio | 37 (11,9) |
Posquirúrgico | 187 (60,1) |
Infeccioso | 28 (9) |
Oncológico | 4 (1,3) |
Otros: procedimientos invasivos | 55 (17,7) |
Ventilación mecánicaa | |
Sí | 80 (25,7) |
No | 231 (74,3) |
Sedoanalgesiaa | 205 (65,9) |
Sí | 106 (34,1) |
No |
Se llevó a cabo un análisis de los componentes principales para determinar la validez de constructo y se observó que la carga factorial de cada ítem fue superior a 0,40, indicando este hecho una adecuada relevancia de los ítems (tabla 2). La CBS-ES está compuesta por 3factores con 2ítems cada uno: 1) alerta y movimiento físico; 2) calma/agitación y respuesta respiratoria/llanto, y 3) tensión facial y tono muscular. La correlación entre los 3factores de la escala fue adecuada (tabla 3), así como los índices de bondad de ajuste del modelo (tabla 4).
Principales factores de la COMFORT Behavior Scale-versión española
Ítem | Factor | ||
---|---|---|---|
1 | 2 | 3 | |
Alerta | 0,932 | ||
Calma/agitación | 0,689 | ||
Respuesta respiratoria/llanto | 0,873 | ||
Movimiento físico | 0,938 | ||
Tono muscular | 0,851 | ||
Tensión facial | 0,873 |
Los números son los factores obtenidos.
La correlación ítem total se consideró aceptable con valores iguales o superiores a 0,30.
Índices de bondad de ajuste de la COMFORT Behavior Scale-versión española
Índice | Valor |
---|---|
Índice de ajuste comparativo o Comparative factor index | 0,980 |
Índice de Tucker-Lewis | 0,951 |
Raíz cuadrada del error medio cuadrático o Root Mean Square Error of Approximation | 0,053 |
Chi al cuadrado valor | 20,81 |
P valor | 0,002 |
Teniendo en consideración la media y los percentiles obtenidos en la distribución de la muestra, se determinó que la CBS-ES clasificaba el disconfort en: no disconfort, puntuaciones ≤ 11 puntos; disconfort medio, entre 12-22 puntos, y altos niveles de disconfort, ≥ 23 puntos.
En la figura 1 se muestra una representación gráfica de la estructura de la CBS-ES.
Representación gráfica de la correlación entre factores e ítems de la COMFORT Behavior Scale-versión española.
Los ítems de la CBS-ES fueron representados empleando círculos.
Una línea recta muestra la carga factorial del ítem en el global de la escala.
Una flecha bidireccional unifica los factores de la CBS-ES.
La varianza residual está detallada al lado de cada ítem.
La fiabilidad de la CBS-ES fue determinada mediante el cálculo de la correlación ítem total, el coeficiente de alfa de Cronbach y la fiabilidad interobservador. La consistencia interna de la CBS-ES obtuvo un alfa de Cronbach de 0,715. Todas las correlaciones ítem total fueron superiores a 0,30, a excepción de respuesta respiratoria/llanto que fue de 0,10 y tono muscular que obtuvo un valor de 0,22. Aun así, al establecer la matriz de interrelaciones entre ítems y contrastar si aumentaría la fiabilidad del instrumento se constató que el alfa de Cronbach aumentaría levemente (0,718), dato que no justifica la eliminación de los ítems del instrumento. Teniendo en consideración los grupos etarios establecidos se obtuvieron los siguientes valores: recién nacido obtuvo un alfa de Cronbach de 0,785; lactante de 0,736; preescolar de 0,720; escolar de 0,719 y adolescente de 0,632.
Por lo que a la correlación interobservador se refiere, al comparar los 311 pares de observaciones, la gran mayoría de ítems obtuvieron índices kappa de Cohen > 0,60, a excepción de calma/agitación (0,52), el tono muscular (0,30) y la tensión facial (0,29). Los índices kappa obtenidos dependiendo del grupo etario analizado fueron: recién nacido entre 0,30-1; lactante entre 0,51-0,71; preescolar entre 0,52-0,68; escolar entre 0,60-0,83, y adolescente entre 0,30-0,72.
DiscusiónEl constructo de confort, especialmente en el contexto crítico pediátrico, debería ser un aspecto frecuentemente evaluado durante el manejo integral de estos pacientes. El desarrollo de un instrumento válido y fiable adaptado al entorno sociocultural español, como la CBS-ES, permitiría a los profesionales determinar el grado de disconfort de los pacientes críticos pediátricos, lo que podría repercutir en una mejora de la calidad asistencial ofertada a los pacientes atendidos en las UCIP.
Tal como apuntan las conclusiones de algunos estudios, las constantes vitales de un paciente ingresado en una UCI pueden estar influidas por los tratamientos que allí se realizan, por lo que ni en la CBS ni en la CBS-ES se tiene en cuenta la valoración de la presión arterial y la frecuencia cardíaca32,39.
Existen diversos métodos para realizar el proceso de adaptación transcultural, pero el de traducción-retraducción es el que se considera más completo y el que garantiza una mayor calidad a los instrumentos que se adaptan de una cultura a otra. Por este motivo, es el que se empleó en la adaptación al español de la COMFORT Behavior Scale39.
Los resultados del presente estudio muestran cómo la CBS-ES posee una adecuada fiabilidad (alfa de Cronbach de 0,715), aunque los datos obtenidos son inferiores a los de los otros instrumentos de referencia: COMFORT Scale (0,90) y la COMFORT Behavior Scale (entre 0,90-0,92)32,33.
Todas las correlaciones ítem total fueron superiores a 0,30, a excepción de respuesta respiratoria/llanto, que fue de 0,10 y tono muscular, que fue de 0,22. Posteriores análisis no justificaron la eliminación de los ítems de la escala. Los investigadores creen que este hecho se debe a que la variabilidad de pacientes pediátricos atendidos en la unidad contexto de estudio, su complejidad y tratamientos en ocasiones dificultan la valoración objetiva de estos ítems. Por este motivo, se plantean futuras sesiones formativas para mejorar la comprensión de los mismos. Además, los índices kappa obtenidos fueron adecuados, lo que demuestra la correcta comprensión de los ítems incluidos en la escala.
Las puntuaciones que determinan situaciones de disconfort (no disconfort ≤ 11 puntos; disconfort 12-22 puntos y altos niveles de disconfort ≥ 23 puntos) establecidas después del análisis de las características de la CBS-ES son similares a los de la CBS con relación al dolor. Según van Dijk et al. (2000), puntuaciones de 17 o más en la CBS requieren revisar la pauta analgésica del paciente, contrastando dicho valor con la escala numérica del dolor para asegurarse que el paciente posee dicho síntoma23. No se disponen de datos estadísticos que determinen la capacidad predictiva de la CBS-ES de determinar situaciones de disconfort relacionada con infra o sobresedación del paciente, pero es importante resaltar que la CBS define que un score < 11 conlleva riesgo de sobresedación del paciente. En este sentido, también es importante puntualizar que al determinar el grado de sedación si se obtienen puntuaciones entre 11-22 los autores contrastan esos valores empleando la NISS. En el presente estudio, este hecho no se ha podido constatar puesto que no se encontró tras la búsqueda bibliográfica dicho instrumento adaptado transculturalmente y validado en población española. Finalmente, se debe resaltar que los autores de la CBS determinan situaciones infrasedación puntuaciones de 23 o más27. En este punto, es importante destacar que se está de acuerdo con el hecho de que el confort no puede ser determinado únicamente teniendo en consideración los valores obtenidos en la CBS-ES, sino contrastando dichas puntuaciones con escalas de dolor y sedación del paciente crítico pediátrico27.
El hecho que los instrumentos para medir el confort del paciente crítico pediátrico no estén adaptados y validados en lengua española ha dificultado, hasta la fecha actual, el poder evaluarlo y tratarlo de forma suficientemente efectiva. Esta circunstancia también explicaría el motivo por el cual existen pocos estudios empíricos sobre niveles de confort y sobre el impacto de cuidados específicos proveedores de confort en muestras de pacientes en contextos clínicos no anglosajones. La validación de la CBS-ES, la cual está formada por 3 factores con 2ítems cada uno de ellos (fig. 2), es un avance en el manejo integral del paciente crítico pediátrico. Además, la CBS-ES podría potenciar futuras investigaciones encaminadas a determinar los niveles de disconfort del paciente pediátrico ingresado en una UCI, así como las variables sociodemográficas y clínicas relacionadas.
LimitacionesUna de las principales limitaciones del estudio es la inherente a la posibilidad de reproducir los resultados en otros contextos sin formación específica previa al profesional que emplee la CBS-ES. A la vez, se requieren futuras investigaciones que determinen la capacidad predictiva de la CBS-ES de detectar situaciones de disconfort relacionado con el dolor y la sedación, especialmente, en pacientes ventilados mecánicamente.
La escala COMFORT B logró ser adaptada al idioma español y mostró ser válida para determinar y cuantificar el grado de confort en un grupo de niños ingresados en una UCIP española.
El disponer de la CBS-ES permitirá a los profesionales que atienden al paciente crítico pediátrico no solo valorar, sino también tratar los factores que están propiciando esta disconfort y posibilita analizar el impacto de intervenciones específicas proveedoras de confort. Todo esto ayudará a ser más eficaces a la hora de priorizar actividades y, sobre todo, a la hora de proporcionar una atención integral dentro del proceso y contexto de salud del paciente crítico pediátrico.
AutoríaEl primer borrador del manuscrito fue realizado por ABA, quien diseñó la investigación y los documentos de recogida de datos. Todos estos documentos fueron revisados por AFP e IJ. El análisis estadístico fue realizado por JGO y ABA. Todos los autores aprobaron la versión definitiva del manuscrito.
FinanciaciónLa presente investigación obtuvo financiación en 2convocatorias competitivas diferentes: la de Proyectos de Investigación en Enfermería del Colegio Oficial de Enfermeros y Enfermeras de Barcelona 2016 (PR 009-16) y la del Departamento de Salud de Cataluña en el marco del Plan Estratégico para la Investigación e Innovación en Salud-PERIS 2016-2020 (SLT002/16/00185).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflicto de intereses.
Agradecer al comité de expertos su ayuda y consejos a la hora de adaptar transculturalmente el instrumento, a las enfermeras que colaboraron en el proceso de recogida de datos y a los pacientes pediátricos y familias que aceptaron participar en el estudio.