Editado por: Alberto García-Salido - Cuidados Intensivos Pediátricos, Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, Madrid
Más datosLa pandemia por SARS-CoV-2 ha requerido de medidas de salud pública dirigidas a disminuir su expansión. Estas, como el uso de mascarillas obligatorias, la higiene de manos o el distanciamiento social han sido trasladadas a la población pediátrica. Dichas normas han condicionado no solo la transmisibilidad de SARS-CoV-2 sino también la de otros patógenos. Este hecho ha provocado un menor número de infecciones y de ingresos hospitalarios1,2. En el caso del paciente pediátrico grave, y según lo descrito en diversos países, parece asociarse a un descenso de cuadros infecciosos de todo tipo con especial impacto sobre los respiratorios3,4.
Con intención de cuantificar este hecho se revisan en este trabajo los ingresos en una unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) de un hospital terciario durante el primer año de pandemia por SARS-CoV-2. Se compara con los tres años anteriores con intención de determinar las posibles diferencias en número y características de los pacientes atendidos. Se realiza un estudio descriptivo retrospectivo aprobado por el comité ético de investigación clínica del centro en el que se realiza. Comprende el periodo enero de 2017 a diciembre de 2020. Se incluyen todos los pacientes ingresados en UCIP y se compara 2020 con la mediana de ingresos para los tres años anteriores. Se recoge el tipo de ingreso hospitalario definido por la causa fundamental del mismo. Para ello se analiza el diagnóstico principal de cada paciente y se agrupan con base en ello.
Se estudian un total de 3.345 ingresos en los cuatro años analizados. Los ingresos por año fueron: 790 en 2020, 894 en 2019, 874 en 2018 y 877 en 2017. La mediana de ingresos previa a 2020 fue de 877, en 2020 se observa un descenso del 10% con respecto a este valor. Considerando el número de ingresos respiratorios, y excluyendo a los pacientes con enfermedades oncohematológicas, ingresaron 87 en 2020, 171 en 2019, 191 en 2018 y 158 en 2017 (fig. 1). La mediana de ingresos previa a 2020 fue de 171 y el descenso en 2020 fue del 49%. Las bronquiolitis descendieron un 56% (40 en 2020, mediana de 91 en el periodo 2019-2017). Las neumonías descendieron un 46% (19 en 2020, mediana de 35 en el periodo 2019-2017). Los broncoespasmos descendieron un 50% (19 en 2020, mediana de 38 en el periodo 2019-2017). Se comparan también los ingresos de causa no respiratoria (fig. 1). Los ingresos por año fueron: 708 en 2020, 713 en 2019, 678 en 2018 y 708 en 2017. La mediana de ingresos fue de 708, en 2020 no descendieron. Destaca el incremento de ingresos de causa infecciosa en 2020 excluyendo neumonías (79 en 2020, mediana de 48 en el periodo 2019-2017). Esto se atribuye a los casos de SARS-CoV-2 en 2020 (35). También se observa un aumento del número de cetoacidosis diabética (22 en 2020, mediana de 10 en el periodo 2019-2017).
A) Diagrama de barras en el que se indican los ingresos no respiratorios, se compara por tipo de ingreso y número total. B) Diagrama de barras en el que se indican los ingresos respiratorios. Se compara por causa fundamental y se excluyen pacientes oncohematológicos. El grupo «Miscelánea» engloba aquellos pacientes en los que no se puede definir una sola causa fundamental de ingreso. Se realiza una especificación de pacientes con cetoacidosis diabética dado el llamativo incremento de casos.
Se observa un ligero descenso de ingresos durante el año 2020 con respecto a los previos. A su vez, se puede objetivar como este descenso atañe fundamentalmente a los cuadros respiratorios. Destaca lo observado en el caso de bronquiolitis aguda, broncoespasmos y neumonías. No se observa una disminución en el resto de los ingresos con aumento de los infecciosos, relacionado esto con SARS-CoV-2. Destaca finalmente un mayor número de cetoacidosis diabéticas graves atendidas5.
La UCIP en la que se realiza este trabajo no modificó el tipo de asistencia dada durante los meses de primera oleada en la Comunidad de Madrid. Al tiempo, durante los meses de marzo a junio de 2020 mantuvo la asistencia pediátrica en dicha comunidad junto al Hospital Universitario de La Paz. Este hecho condicionó un agrupamiento de casos que seguro derivaron en un menor impacto sobre el número de ingresos totales. Dicho aspecto probablemente también influyó sobre el mayor número de cetoacidosis diabéticas tratadas en la primera oleada (marzo a junio de 2020) y al número de pacientes ingresados en relación con infección por SARS-CoV-23,4.
De acuerdo con las causas de ingreso, se observa cómo aquellas vinculadas a cuadros infecciosos respiratorios muestran una evidente disminución. Los agentes microbiológicos vinculados a las mismas comparten mecanismos y vía de contagio con SARS-CoV-2. Las medidas de salud pública tomadas es probable que hayan participado en la disminución de la transmisión comunitaria de los mismos. Es muy destacable este hecho en el caso de bronquiolitis aguda grave. Como se puede observar existe un descenso evidente que además está subestimado. Se debe considerar que en la serie de 2020 se encuentran incluidos casos de bronquiolitis aguda grave pertenecientes a la oleada epidémica de 2019-2020. Probablemente analizando el año epidémico y no el natural esta diferencia sería aún mayor6. En las causas infecciosas se excluyen los pacientes oncohematológicos. Esto se hace con intención de trasladar con la mayor certeza el posible impacto de las medidas tomadas sobre la transmisión comunitaria de patógenos en niños sanos2.
El trabajo presenta limitaciones vinculadas al modo de recogida de datos o la ausencia de diagnóstico etiológico en el caso de los cuadros respiratorios. La clasificación por causa fundamental de ingreso no permite establecer conclusiones sobre la prevalencia de los distintos patógenos. A su vez, la propia pandemia participa como sesgo pues influye y cambia los motivos de ingreso y afecta al normal desarrollo de las diferentes actividades asistenciales realizadas en el hospital.
En conclusión, se observa en nuestro servicio una modificación del patrón de ingresos de paciente pediátricos graves. Resultan afectados los cuadros de naturaleza respiratoria donde los agentes causales pueden compartir forma de contagio con SARS-CoV-2. El efecto extendido de las medidas de salud pública sobre otros agentes infecciosos pone de manifiesto de este modo la utilidad de las mismas en disminuir causas frecuentes de enfermedad grave en la infancia.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.