El concepto de potencia mecánica en ventilación mecánica se deriva intrínsecamente de la ecuación del movimiento respiratorio. La ecuación del movimiento en ventilación mecánica es una herramienta fundamental para comprender la interacción entre las fuerzas aplicadas por el ventilador y las propiedades biomecánicas del sistema respiratorio en un plano monodimensional. Esta ecuación describe cómo las presiones ventilatorias deben ajustarse para generar el flujo de aire necesario y vencer las fuerzas elásticas y resistivas de los pulmones y la caja torácica1.
Sin embargo, la potencia mecánica va un paso más allá al integrar estas fuerzas sobre una base cíclica y dinámica, multiplicando el trabajo respiratorio por la frecuencia respiratoria para obtener la tasa total de transferencia de energía. Esto es fundamental, ya que las fuerzas repetitivas aplicadas a los pulmones durante la ventilación mecánica pueden acumularse y conducir a microlesiones y daño estructural, un fenómeno que no puede ser totalmente capturado al medir simplemente presiones estáticas o volúmenes2.
El concepto fue formalizado en la literatura por primera vez por Gattinoni et al. en 2016. En su fórmula básica incluía parámetros como el volumen corriente (VT), la frecuencia respiratoria (RR), la presión pico (Ppeak) y la driving pressure, con un enfoque predominantemente estático. La idea era que la integración de todas estas variables representaba mejor el riesgo total de lesión pulmonar asociada a ventilación mecánica (VALI) que medir cada parámetro de forma aislada (tabla 1). Tanto el trabajo de Gattinoni et al. como el de investigadores posteriores se centraban en cuantificar la energía mecánica aplicada al pulmón desde una perspectiva simplificada, antes denominada volutrauma y barotrauma o tradicionalmente denominada volutrauma y barotrauma, optimizando la ventilación al limitar las presiones inspiratorias máximas y la presión de conducción (ΔP), sin considerar explícitamente la dinámica del tejido pulmonar3.
Principales ecuaciones propuestas desde el año 2016 para el cálculo de la potencia mecánica en volumen control y presión control
Autor | Año | Potencia mecánica (J/min)* | |
---|---|---|---|
VC | PC | ||
Gattinoni | 2016 | = RR × ΔV × (Ppeak - ½ × ΔPaw) | — |
Serpa (PROVE) | 2018 | =VT × RR × (Ppeak - ½ × ΔP) | — |
Becher | 2019 | — | =RR × VT × (ΔPinsp + PEEP) |
Parthar | 2019 | =RR × DV × (Ppeak - 0,5 × DP) | — |
Arnal | 2019 | =RR {VT2 [½ Ers + RR ((1 + 1/E)/(60 + 1/E)) Rinsp] + VT × PEEP} | — |
Chiumello | 2020 | =RR × VT × [Ppeak - ½ (Pplat-PEEP)] | =RR × VT × (PEEP + ΔPinsp) |
Costa/Amato | 2021 | =VT × RR × [PEEP + 0,5 × P + (Ppeak - Pplat)] | — |
Becker | 2021 | =VT × RR × (Ppeak - 0,5 × DP) | — |
Yongpeng | 2021 | =RR × VT × (Ppeak - ½ DP) | — |
Zhu | 2021 | =VT × RR × (PIP - ΔP × 0,5) | — |
Santer | 2022 | =RR × VT × (PEEP + ½ [Pplat - PEEP] + [Ppeak - Pplat]) | — |
González-Castro** | 2023 | =Strain subrogated × PEEP × Strainrate subrogated × RR | =Strain subrogated × VTe × PEEP × Strainrate subrogated × RR |
En contraste, Santer et al.4 (2022) y González-Castro et al.5 (2024) avanzan hacia un enfoque biomecánico más dinámico. Incorporan el concepto de strain pulmonar (relación entre volumen tidal y capacidad pulmonar) y su tasa de cambio (strain rate), abordando la deformación cíclica y su impacto en el daño tisular, en modos controlados por volumen y presión. Esta perspectiva refleja una comprensión más compleja del daño acumulativo inducido por la ventilación, donde no solo la magnitud de las presiones es relevante, sino también la frecuencia y la velocidad de la deformación tisular. Al integrar estos componentes, se pretende ofrecer un modelo predictivo más preciso para evaluar el riesgo de la VALI, suponiendo un esquema que potencialmente capture tanto la energía mecánica transferida como los mecanismos subyacentes de deformación tisular4,5.
Es posible que las perspectivas futuras en el campo de la ventilación mecánica se centren en el avance de los modelos biomecánicos que integran el strain y el strain rate, lo que permitirá una monitorización más precisa de la deformación pulmonar y del daño tisular en tiempo real, optimizando la ventilación. Esto llevará a un enfoque más dinámico, ajustando los parámetros ventilatorios en función de la resiliencia pulmonar individual, y no solo en función de las presiones y los volúmenes tradicionales.
AutoríasAlejandro González-Castro: Ideación, elaboración y redacción del manuscrito y Aurio Fajardo: Redacción y corrección.
Declaración de IA generativa y tecnologías asistidas por IA en el proceso de redacciónNo se han utilizado herramientas de IA en la elaboración del mismo.
FinanciaciónEl presente manuscrito no ha recibido financiación alguna.