La nuez moscada molida es utilizada, en nuestro medio, como especia culinaria; no obstante desde la Edad Media hay testimonios de su uso como estimulante cerebral y, en la década de los sesenta, su uso se extendió como droga recreativa1. Aunque en España todavía no es habitual, en Estados Unidos muchos adolescentes la utilizan para conseguir efectos similares a la marihuana1,2, lo cual debe mantenernos alerta. Recientemente, hemos detectado en nuestro centro un caso grave de intoxicación por nuez moscada molida, lo que motiva su presentación y comentario.
Se trata de un varón de 38 años de edad, sin antecedentes de interés, que es traído al Servicio de Urgencias de nuestro centro por sus familiares, los cuales refieren que ha comenzado con alucinaciones visuales, tras cefalea intensa y sensación de «muerte inminente» acompañada de palpitaciones y opresión centro-torácica. A los 45 min de estar en el centro presenta estatus epiléptico, requiriendo ser sedado y relajado e intubado, e ingresando en la Unidad de Cuidados Intensivos. Su familia refiere que 9 h antes de comenzar la sintomatología había ingerido un bote entero de nuez moscada de 50 g. En la exploración destaca sequedad de piel y mucosas, enrojecimiento facial, midriasis reactiva, temperatura de 37,6°C, taquicardia a 120 lpm y TAS/TAD 190/80mmHg. La analítica no muestra alteraciones relevantes, siendo negativa la determinación de alcoholemia y tóxicos en sangre y orina. En el electrocardiograma se detectan ondas T negativas de V3 a V6, con enzimas cardíacas seriadas normales y, desaparición de estas alteraciones horas después. A las 24 h, tras retirada de relajación y benzodiacepinas, es extubado y dado de alta, totalmente asintomático.
La nuez moscada se encuadra dentro de las sustancias de abuso con efectos psicomiméticos. Dentro de su composición bioquímica destaca la presencia de aceites volátiles derivados del benzeno como la miristicina, la elamicina y el safrol3. La miristicina, en medios experimentales, se metaboliza a 3-metoxi-4,5-metilendoxianfetamina (MDMA) y la elamicina a 3, 3, 5 trimetoxianfetamina (TMA)2,3. Ambos son compuestos anfetaminoides con efectos alucinatorios similares al LSD; sin embargo esta vía de metabolización no ha sido demostrada en vivo4 lo que, junto a la presencia en la nuez moscada de otros compuestos como el eugenol, metileugenol, etc., hace que la intoxicación por esta sustancia no siga las pautas clásicas de la intoxicación anfetamínica. Además, al contrario de lo que sucede con derivados anfetamínicos, los efectos no son inmediatos tras la ingesta sino que hay un periodo libre de síntomas psicóticos que oscila entre 5 y 12 horas2–4.
Según algunos autores, los efectos tóxicos pueden comenzar a manifestarse tras la ingesta de 5-7 g de nuez moscada en polvo1,2,5; no obstante, la sintomatología más florida se observa en aquellos casos en que la ingesta supera los 20-80 g de polvo de nuez. La clínica aparece a las horas de la ingesta, con el pico máximo a las 8-12 h y remisión posterior lenta y progresiva y resolución del cuadro a las 24-36 h5, como sucedió en nuestro caso.
Los síntomas se producen por afectación del sistema nervioso central y autónomo y, habitualmente consisten en ansiedad, sensación de muerte inminente, alucinaciones visuales con percepción alterada de la realidad y los colores, agitación psicomotriz o convulsiones1,2,5. Entre las manifestaciones cardiovasculares, como en nuestro caso, es frecuente la presencia de taquicardia e hipertensión arterial, aunque también se han reportado casos de hipotensión, hipotensión ortostática e incluso shock5–7. El electrocardiograma generalmente es normal, aunque están descritas alteraciones de la repolarización transitorias e inespecíficas con enzimas cardíacas normales6,7. También se han descrito cuadros de tipo anticolinérgico7 con sequedad de boca, rubefacción facial, retención urinaria e incluso íleo paralítico; nuestro paciente también presentó clara sintomatología anticolinérgica.
El tratamiento consiste en medidas de soporte con lavado y carbón activado en la fase aguda de la ingesta y, la evolución posterior suele ser buena, aunque esta intoxicación puede ser grave e incluso letal2, de hecho nuestro paciente presentó un cuadro de estatus epiléptico, con necesidad de intubación.
Consideramos necesario tener en cuenta el posible uso de la nuez moscada en polvo como droga recreativa ante un cuadro anticolinérgico o de agitación psicomotriz que acude a Urgencias.