Presentamos el caso de una mujer de 50 años que acude a urgencias por cuadro de inestabilidad de la marcha, paresia de hemicuerpo derecho y diplopía con afectación del III par derecho completo. El principal antecedente de la paciente es el consumo de cocaína de manera habitual desde hace 20 años.
En tomografía computarizada craneal se objetiva perforación a nivel de clivus (flecha blanca). Se amplía estudio con resonancia magnética, objetivándose afectación también de apófisis odontoides (flecha y círculo amarillo) compatible con consumo habitual de cocaína con un absceso asociado que comprime puente y bulbo del mesencéfalo.
Son conocidos los efectos destructivos de la cocaína por la vasoconstricción y necrosis sobre el tabique nasal y el paladar duro, pero no los que puede llegar a provocar sobre la base del cráneo y hasta en vértebras cervicales (fig. 1).