Cuando Ulises marchó a la guerra de Troya, encomendó al fiel Mentor (hijo de Álcimo) el cuidado de su hogar, la gestión de los intereses de Ítaca y la educación de su hijo Telémaco. Una vez terminada la guerra y no teniendo noticias de su padre, Telémaco decidió salir en su búsqueda acompañado por Mentor1,2. De este modo, siempre bajo el auspicio de Mentor, Telémaco aprendió a valerse por sí mismo para llevar a buen término su tarea. Mentor se adaptaba a las necesidades de su aprendiz, asumía las responsabilidades que el proceso conllevaba y asumía como propio el objetivo de Telémaco. El «encargo» de Ulises a su inseparable amigo se había convertido, por tanto, en algo más que un simple y rutinario vínculo de tutelaje.

Con el transcurso del tiempo, el vocablo «mentor» (Mέντωρ) ha sufrido una transformación semántica: ha pasado de ser un nombre propio a ser un nombre común. Un mentor es un «espíritu sabio», aquella persona que realiza funciones de consejero, guía o tutor. En todo proceso de mentorazgo o mentoría hay un desarrollo emocional, intelectual y social de la persona mentorizada, y la mayor atención a una u otra dimensión dependerá de las necesidades de la mentorizada y de sus circunstancias.

Estando dentro de los objetivos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) respaldar, apoyar y promover la tutoría como un componente fundamental de la formación, la experiencia investigadora y el desarrollo profesional, se ha desarrollado el Primer Programa de Mentoría.

El objetivo principal del programa es dar apoyo en la carrera investigadora de la persona mentorizada, al mismo tiempo que favorecer la resolución de dudas y la adquisición de diferentes capacidades mediante el liderazgo y la orientación. Establecer, desarrollar y facilitar relaciones de equipo de tutoría positivas, duraderas y mutuamente beneficiosas que permitan a los alumnos planificar, aprender, colaborar y crecer. Los beneficios, tanto para la persona mentorizada como para la persona que actúa como mentora, son múltiples (tabla 1)3,4.

La persona mentora guía y asesora a una mentorizada en sus actividades de investigación. La relación entre ambas se establece a partir del desarrollo de un proyecto de investigación específico dentro de un área de interés en la que el mentor es un líder o experto. La parte mentora debe actuar como facilitadora, guía, apoyo y supervisora, proporcionando una crítica constructiva y una retroalimentación positiva. Una buena mentoría exige empatía, cordialidad con la persona mentorizada y promoción de la reflexión.

Por otro lado, la persona mentorizada es un miembro de la SEMICYUC que cumple los criterios SEMICYUC-joven5. Debe estar dispuesta a iniciar/mejorar sus actividades de investigación guiada por una persona investigadora más veterana y experimentada. Una buena mentorizada deberá estar abierta a recibir consejos, deberá ser proactiva y tendrá que asumir un importante compromiso con el programa.

Participar en el programa requiere tiempo y dedicación por las dos partes6. El/la mentorizado/a decide el objetivo principal de su proyecto personal, entendiendo que el mentor puede aportar otro punto de vista, que implique o no un cambio en la hoja de ruta inicial. El/la mentor/a ayuda a formalizar las metas, los objetivos y los parámetros de éxito con el alumno, proporciona retroalimentación y estímulo sobre los logros y facilita el desarrollo del alumno durante el programa de mentoría.

La primera convocatoria se realizó en la primavera de 2022, recibiendo un total de diez propuestas de mentorizadas y dieciséis propuestas de mentores. Ambas partes rellenaron un formulario donde se solicitaba información estructurada y detallada de proyectos personales, trayectoria actual y objetivos a corto y a largo plazo7.

La evaluación de las solicitudes fue realizada por tres miembros del equipo de SEMICYUC joven. Durante este proceso se tuvieron en cuenta los intereses y/o las habilidades de ambas partes, además de los requisitos particulares de ambas partes8,9. El proceso de emparejamiento se realizó como trabajo individual, y a posteriori se puso el trabajo en común, deliberando entre los tres miembros del grupo en caso de no coincidir. El objetivo fue asignar parejas lo más adaptadas posible a las necesidades y/o áreas de interés científico. En todos los casos se evitó que el/la mentor/a tuviera alguna relación jerárquica con el/la mentorizado/a o conflicto de intereses relevante. A la finalización del proceso obtuvimos siete parejas.

Iniciado el programa a principios de 2023, la cadencia y el formato de los encuentros entre mentores y mentorizados será definida por ambas partes. Estas reuniones periódicas serán monitorizadas por el equipo de SEMICYUC joven a través de la cumplimentación de unas encuestas de evaluación diseñadas por ambas partes (accesibles a través de la página web de la Sociedad mediante un código QR)10. En las reuniones se recomienda tratar diferentes aspectos, entre los que encontramos las aspiraciones profesionales, la valoración del entorno de investigación, las opciones profesionales, las competencias a adquirir, las habilidades necesarias para llevar a buen puerto el proyecto de investigación (por ejemplo, conciliación, generación de una red de contactos, gestión de conflictos y comunicación) y la revisión de la situación (objetivos y resultados). El contenido de las reuniones será confidencial para los miembros de SEMICYUC joven implicados en el proyecto. El objetivo final de las reuniones es compartir experiencias y escuchar. Ambas partes aprenderán: los mentorizados liderarán los temas a tratar y los mentores deberán fomentar la autonomía y el desarrollo personal y profesional.

Los participantes disponen además de documentos diseñados para facilitar el proceso de investigación y la relación entre persona mentora/mentorizada. El «Plan de desarrollo» proporciona un marco para que se revisen los objetivos personales, profesionales y de carrera de la persona mentorizada. Las «Hojas de trabajo» permiten a las parejas de mentores/mentorizados hacer un seguimiento del progreso entre las reuniones, proporcionando un mecanismo para evaluar los hitos, analizar las lagunas, trazar las correcciones del curso y discernir nuevas direcciones.

Por último, los participantes tienen acceso a una hoja de evaluación que valorará la experiencia del aprendiz y de la persona mentora durante su tutoría. Los resultados obtenidos de la evaluación se utilizarán para valorar la eficacia del programa y modificar el programa en ediciones posteriores11.

El programa tiene una duración de dos años durante los cuales mentores y mentorizados podrán desarrollar un proyecto de investigación que motive a ambas partes, pudiéndose cristalizar en una investigación sólida plasmada en una publicación en revistas de referencia científica. El programa asentaría también las bases para una red de comunicación entre jóvenes investigadores. Esta red proporcionaría al joven investigador una mayor visibilidad, favorecería su integración e impulsaría el desarrollo de rol relevante dentro de las diferentes actividades científicas de la SEMICYUC.

Estamos ante la primera edición del Programa de Mentoría, y queda todavía mucho por aprender. La posibilidad de proporcionar un acceso más flexible al programa, sin instaurar un periodo de inscripción, con el programa de emparejamiento abierto todo el año, podría facilitar la creación de parejas mentores/mentorizados, llegando así a aumentar el número de potenciales proyectos de investigación dentro de la Sociedad.

Por otro lado, facilitar la selección de mentores a través de los respectivos Grupos de trabajo de la Sociedad. Esto podría facilitar el proceso de emparejamiento, dado que se localizaría una potencial persona mentora conociendo de antemano los intereses de la mentorizada.

Por último, la posibilidad de fomentar, en esa red de investigadores, la participación de diferentes centros hospitalarios y grupos de investigación, facilitando el acceso a diferentes bases de datos. Además del acceso y de la potencial explotación de bases de datos existentes, la iniciativa podría ir encaminada al aprendizaje de su creación y su perfeccionamiento para responder a preguntas de investigación.

Hemos expuesto las bases del primer Programa de Mentoría de la SEMICYUC, cuyo objetivo fundamental es fomentar el desarrollo profesional de los intensivistas jóvenes promoviendo actividades que profundicen en competencias de investigación, clínicas y de liderazgo. Se trata de un proyecto impulsado con gran ilusión y que esperamos que se desarrolle con éxito en esta y en futuras ediciones.

La actividad llevada a cabo no precisa de aprobación por parte de un comité de ética. El programa fue aprobado por la Junta Directiva de SEMICYUC en el primer trimestre de 2022.

BLV, LGB y RAA redactaron y prepararon el manuscrito. JABM, IBG, MFC, LLOC, MMM y SPM revisaron el manuscrito inicial. ACO supervisó el programa y aprobó la versión final.

No hubo financiación.

Los autores no presentan conflictos de intereses en relación con la publicación de este manuscrito.