Sr. Director:
Aunque la porción distal de la cola del páncreas guarda una estrecha relación con el trayecto de los vasos esplénicos, incluso entra en su hilio dentro del ligamento esplenorrenal, la rotura del bazo es una complicación inusual de la pancreatitis aguda, especialmente en ausencia de pseudoquiste de páncreas1-3. Se presenta el caso de un paciente que tuvo una rotura esplénica espontánea como complicación aislada de una pancreatitis aguda.
Se trata de un hombre de 46 años, que acude al hospital por dolor abdominal intenso después de una trasgresión alcohólica. Sus antecedentes incluían: pancreatitis alcohólica, hipertensión arterial, hiperlipidemia e infarto de miocardio inferior. Una hiperamilasemia máxima de 872 U/l y una tomografía computarizada (TC) abdominal (figs. 1A y 1B) mostrando edema difuso del páncreas asociado a líquido peripancreático y en ambas gotieras parietocólicas, llevó al diagnóstico de pancreatitis aguda. El paciente fue tratado con fluidos e imipenen, pero al cuarto día de ingreso necesitó ventilación mecánica por aparición de una insuficiencia respiratoria aguda (PaO2/FiO2 de 100). Seis días más tarde, ya extubado, el paciente comenzó con dolor abdominal difuso resistente a los analgésicos. La presión arterial sistólica descendió de 155 a 95 mmHg, la frecuencia cardíaca aumentó de 75 a 125 latidos/minuto y el hematocrito descendió de 29,6 a 23,2%. Una nueva TC abdominal (figs. 1C y 1D) reveló una gran masa heterogénea correspondiente al bazo, líquido libre perihepático y en el saco de Douglas y ausencia de pseudoquistes pancreáticos. Una laparotomía mostró un hemoperitoneo de 2 litros secundario a una rotura del bazo y un gran hematoma periesplénico. Se realizó una esplenectomía total. La anatomía patológica de la pieza extraída no mostró anomalías en su estructura o presencia de enfermedad infiltrativa. Quince días más tarde fue dado de alta del hospital.
Figura 1. La tomografía computarizada (TC) abdominal con contraste muestra agrandamiento difuso del páncreas (A) y bazo normal (BZ); (B) seis días más tarde, una nueva TC abdominal revela edema pancreático sin pseudoquiste (C) y un bazo (BZ) aumentado de tamaño con signos de sangrado en su interior y líquido libre perihepático (D).
Las complicaciones esplénicas de las pancreatitis incluyen hemorragias, abscesos, pseudoquistes intraesplénicos, infartos, roturas y lesiones vasculares4. Muchas de estas complicaciones, especialmente las parenquimatosas, son diagnosticadas incidentalmente con la TC abdominal mientras se estudia la evolución de la pancreatitis. Aunque el tratamiento conservador de estas complicaciones esplénicas es una alternativa viable cuando el paciente permanece estable y puede ser monitorizado estrechamente5, aproximadamente el 12,5% de los casos requieren una esplenectomía urgente por la inestabilidad clínica5, como sucedió en este caso.
Los mecanismos patogénicos que podrían explicar la rotura esplénica en las pancreatitis incluyen la trombosis de la vena esplénica, las adherencias periesplénicas, los pseudoquistes pancreáticos que erosionan el bazo y la inflamación aguda del tejido pancreático ectópico en el interior del bazo1-5. En este caso no pudo encontrarse ninguna causa que justificara la rotura esplénica, tanto en la TC abdominal como en la intervención quirúrgica o en el estudio patológico de la pieza extraída. Probablemente, la causa responsable fuera la mera liberación enzimática producida durante la pancreatitis aguda, como refirieron Ramos y García2 en un caso semejante.
En definitiva, la rotura esplénica debe incluirse en el diagnóstico diferencial del shock que pueda acaecer durante la evolución de una pancreatitis aguda.