En octubre de 2015, los resultados del estudio SPLIT1 evidenciaron que el uso de cristaloide balanceado, como fluido de reanimación en pacientes críticos, no reducía el riesgo de desarrollar insuficiencia renal aguda en comparación con el uso de suero salino (SS). Aquellas conclusiones contradiciendo importantes estudios previos2, avivaban un debate elemental.
En octubre de 2017, han sido presentados los resultados del trabajo SMART: «Balanced crystalloids versus saline in the intensive care unit: study protocol for a cluster-randomized, multiple-crossover trial»3.
El estudio SMART es un ensayo aleatorizado, cruzado a nivel de grupos que se realizó entre el 1 de junio de 2015 y el 30 de abril de 2017 en 5 UCI americanas de un único hospital universitario. Fueron incluidos pacientes mayores de 18 años, que ingresaban en las 5 UCI seleccionadas (medica, quirúrgica, neurológica, traumatológica y cardiaca) y que por criterio médico se prescribía un cristaloide intravenoso. Al igual que en el estudio SPLIT, en el SMART se comparaba el uso de SS frente a cristaloides balanceados. El objetivo primario del trabajo fue determinar el score compuesto MAKE (Eventos renales adversos mayores: muerte intrahospitalaria, terapia de reemplazo renal o la disfunción renal) dentro de los 30 primeros días de ingreso en la UCI (MAKE-30)4.
Los resultados presentados, con 15.802 pacientes reclutados, destacan que el desenlace MAKE-30 estuvo presente en el 14,3% de los pacientes del grupo de sueros balanceados, frente al 15,4% del segundo grupo (p=0,04), con una odds ratio ajustada, que favorece a los fluidos equilibrados del 0,91 (IC 95%: 0,82-0,99). En este caso, la diferencia entre los brazos fue impulsada por la mortalidad hospitalaria (11,1 frente al 10,3%; p=0,06)5.
Estos hallazgos, en consonancia con la diferencia en la mortalidad observada en los enfermos del estudio SPLIT (7,6 frente al 8,6% a favor de la solución balanceada) no puede considerarse un hallazgo casual1,5.
Con los datos presentados del estudio SMART, el número necesario de pacientes a tratar (NNT) para salvar una vida sería de 94. Aunque esta cifra pudiese ser subestimada, consideramos importante reflexionar sobre el impacto que una medida tan cotidiana y rutinaria, como la elección de un fluido de reanimación, puede tener en coste y vidas humanas en nuestras UCI.
No es menos cierto que los cristaloides balanceados resultan más costosos. Sin embargo, si con el empleo de este grupo de fluidos se pudiesen evitar de forma significativa los eventos renales adversos mayores, definitivamente encontraríamos rentabilidad en su empleo, aunque esta no fuese a corto plazo.
Conflicto de interesesEl Dr. González-Castro reconoce como posible conflicto de intereses la realización de trabajos de colaboración con la empresa Baxter.
El presente manuscrito no ha recibido financiación alguna.