Hemos leído con preocupación el caso presentado por González-Vaquero et al.1 en la sección de cartas al director, mostrando una complicación poco habitual de la resucitación cardiopulmonar (RCP). Evidentemente consideramos interesante presentar este tipo de casos, con los que incrementar el conocimiento de los profesionales sobre las posibles complicaciones de sus intervenciones. Sin embargo, asociar la complicación presentada a la asistencia telefónica en la realización de la RCP por testigos, puede resultar contraproducente y entenderse de forma inadecuada, especialmente si tenemos en cuenta que el paciente presentó 2 nuevas paradas cardiorrespiratorias (PCR), una de ellas a la llegada del Servicio de Emergencias, y la segunda a su llegada al hospital, que fueron ambas objeto de RCP.
El riesgo de lesiones iatrogénicas secundarias a la RCP puede presentarse incluso con una adecuada realización de la misma y no debe cuestionar el empleo de técnicas, maniobras o estrategias médicas probadas2. La RCP asistida por teléfono forma parte, como los autores señalan, de las recomendaciones internacionales sobre resucitación, y ha demostrado en diversos ámbitos donde se aplica, un incremento de la realización de RCP por testigos y de la supervivencia de la PCR3.
Por otro lado, la complicación presentada ha sido descrita en situaciones de RCP sin asistencia telefónica2, por lo que su asociación a la misma puede llevar a confusión o malinterpretación. Igualmente, parece demostrado que la realización de RCP con asistencia telefónica puede llegar a ser beneficiosa incluso si se realiza en sujetos donde los testigos no han identificado de forma correcta la parada cardiaca, siendo mayores los beneficios de la RCP asistida por teléfono a víctimas de PCR sobre la realización de la misma a sujetos sin parada y erróneamente considerada3,4. De hecho, la literatura no apunta a una sobredetección de la situación de PCR (reconocimiento excesivo por testigos y teleoperadores de situaciones tributarias de RCP), sino exactamente a lo contrario, la no identificación por el equipo testigo-teleoperador de algunas situaciones características en la PCR, fundamentalmente las respiraciones agónicas, como situaciones en las que estaría indicado realizar RCP asistida por teléfono5.
Muy recientemente se han elaborado, bajo el auspicio del Consejo Español de RCP (CERCP), unas recomendaciones de consenso sobre RCP con asistencia telefónica, que facilitarán la unificación de criterios y tratarán de fomentar su realización6. En las mismas se hace hincapié en las compresiones torácicas, sin olvidar las ventilaciones de rescate en algunos casos concretos, basados en las más recientes recomendaciones, y no en valoraciones de hace casi 20 años.
A pesar de que las últimas recomendaciones del año 2010 indican que los operadores de los teléfonos de emergencias deben ser entrenados con protocolos estrictos para obtener información para comenzar una RCP asistida por teléfono, es una realidad que esta práctica no está extendida en todo el país y cuando se hace, no se sigue un modelo homogéneo que por un lado permita optimizar el reconocimiento de la situación de PCR por parte del teleoperador y, por otro, que contemple expresiones que entienda la población general.
Por ello, el CERCP tomó la iniciativa de elaborar dichas recomendaciones incluyendo aquellos aspectos que deberían considerarse en todos los Centros de Emergencias para implementar este protocolo de forma homogénea en todo el territorio nacional, lo que permitiría a medio plazo medir los resultados de su implantación y establecer acciones de mejora.
Dichas recomendaciones incluyen de forma muy sencilla los diferentes pasos que debe dar el operador telefónico en una RCP asistida por teléfono, y la información que debe dar, siguiendo en todo momento las recomendaciones internacionales. Así mismo, se realizan una serie de recomendaciones que coinciden con aspectos señalados por los autores, en lo referente a la necesidad de implantar en todos los servicios de urgencia la RCP asistida por teléfono, normalizando la forma de realizarla, homogeneizando los protocolos telefónicos de los centros coordinadores. Así mismo, recomienda la inclusión dentro del plan de formación del personal de teleoperación, de actividades formativas específicas destinadas a prestar una RCP asistida por teléfono de calidad y finalmente a establecer evaluaciones periódicas de la calidad de las asistencias telefónicas a PCR, según estándares definidos5.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.