La información es una de las principales necesidades que presenta la familia del paciente crítico y la entrega de un folleto o guía de acogida en el momento del ingreso contribuye a disminuir su estrés1. En 2017, la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC) publicó unas recomendaciones sobre la acogida de los familiares en las unidades de cuidados intensivos (UCI), en la que se recomendaba el uso de guías escritas que recogiesen información sobre las características y normas de la unidad, aspectos relativos al paciente y cuestiones relacionadas con la familia2.
El objetivo de este trabajo fue describir el contenido de la guía de acogida de las UCI españolas según las recomendaciones de la SEEIUC.
Se realizó un estudio descriptivo, transversal y multicéntrico entre septiembre de 2019 y febrero de 2020, en el que se incluyeron las 280 UCI de adultos españolas, según el listado de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y se evaluó su contenido según dichas recomendaciones. La guía de acogida se obtuvo contactando de forma particular con personal conocido de diferentes UCI, mediante correo electrónico a supervisoras, telefoneando directamente a las unidades, a través de la red social Twitter o consultando la web del hospital.
Se recogieron datos de 228 UCI españolas (81,4%) con representación de todas las comunidades autónomas (fig. 1). El 75,4% eran de titularidad pública o concertada y el 24,6% privada. El 51,8% eran hospitales universitarios.
El 89% de las UCI (n=203) disponían de guía de acogida y el 11% (n=25) ofrecían la información del servicio verbalmente o mediante pósteres ubicados en la unidad.
La figura 2 muestra la frecuencia con que aparecieron las recomendaciones en las guías de acogida españolas, de las que la mayor parte no llegaron al 50% del cumplimiento. En 2UCI sus guías recogieron todas las recomendaciones.
La información médica se reflejó en el 100% de las guías, se especificaba una información diaria en el 99% de ellas y con un horario en el 97,5%. Además, en el 47,3% se informaba al ingreso, en el 69,5% en el caso de cambios relevantes en el paciente y en el 21,7% a petición de la familia.
La información enfermera apareció en el 21,7% de las guías. En el 65,9% se especificaba el horario de información, del que el 38,6% era coincidente con las visitas.
En el 3% (n=6) de las guías apareció información conjunta médico-enfermera.
Respecto a los horarios de visita, 8 UCI (3,9%) no tenían restricción horaria, es decir, eran de puertas abiertas. El 96,1% tenían algún tipo de restricción, aunque el 42,4% lo complementaba con un horario flexible o de acompañamiento.
Durante las visitas, el 46,8% de las unidades permitía el acceso a menores, aunque el 25,6% de estas tenía algún tipo de restricción de edad. El 4,9% no permitía su entrada y en el 48,3% no había referencias a la visita infantil.
En el apartado de situación del paciente, los métodos de comunicación disponibles en cada UCI y el delirio fueron los menos nombrados en las guías, con un 3,9% y 4,9%, respectivamente. La recomendación más mencionada relativa a la situación del familiar fueron los espacios disponibles, como la sala de espera o la cafetería, con un 56%.
La entrega de una guía informativa al ingreso del paciente crítico es una práctica generalizada en España. Su contenido, sin embargo, tiene una representación baja de gran parte de los aspectos recomendados por la SEEIUC. Dos estudios similares, aunque antiguos y realizados en Reino Unido3 y Francia4, encontraron también discordancias importantes entre sus manuales de recomendaciones y lo recogido en los folletos. Parece, por tanto, que la evolución experimentada por las UCI en la última década no se ha reflejado sobre el papel en lo que respecta a la acogida de la familia del enfermo crítico. Por otro lado, plasmar todas las recomendaciones puede resultar costoso para las instituciones o generar sobrecarga informativa en las familias, especialmente, si son pacientes con una estancia corta. Una alternativa sería combinar el folleto con información ampliada en la web del hospital, como se hace en varias UCI italianas1.
Los aspectos más recurrentes que recogen las guías fueron la información médica, horarios de visita y normativa de las unidades. Este contenido puede obedecer a un modelo antiguo en el que los familiares, con un papel pasivo, se consideraban elementos externos, con horarios de visita muy restringidos y que no intervenían en el proceso del paciente. La política de visitas sigue siendo restrictiva, a pesar de las múltiples recomendaciones y los beneficios sobre abrir las puertas, tanto para los familiares como para el paciente5. No obstante, casi la mitad de los folletos detalla una flexibilización del horario, por lo que pensamos que estamos inmersos en un periodo de cambio en España. Sorprende, sin embargo, que la tendencia de ampliar horarios no se acompañe de una mayor alusión a herramientas que faciliten la comunicación entre familia y paciente, problema habitual en el paciente crítico, o el bajo porcentaje de unidades que proponían la participación en los cuidados, a pesar de ser una demanda familiar frecuente6,7. El aumento de tiempo que se ofrece a la familia parece tener más características de contemplación y acompañamiento que de colaboración e implicación, como reclama el Proyecto HUCI: Humanizando los Cuidados8, el cual significó un cambio de paradigma para las UCI españolas.
Por otro lado, la entrada de menores en las UCI es un tema controvertido y los profesionales justifican su prohibición por motivos de impacto psicológico o riesgo de infección9, aunque se hayan demostrado infundados10. La visita de los niños es una barrera que se debe superar, siempre con una planificación individualizada entre familia, profesional y paciente.
En cuanto a la información asistencial, es el médico quien aparece como líder de la información a la familia, con la enfermera como la gran ausente del proceso informativo formal7, a pesar de ser el profesional más próximo al paciente y la familia.
En conclusión, el contenido de las guías de acogida refleja una realidad alejada de las recomendaciones de la SEEIUC y de la humanización de los cuidados. Es necesario un esfuerzo de actualización para plasmar dichas propuestas, que, seguro, muchas de las UCI ya están desarrollando. Lo que no se ofrece y, por lo tanto, la familia desconoce, difícilmente va a ser demandado por ella.
Contribución de los autoresAmbos autores han contribuido en el diseño, recogida y exploración de datos, así como en la redacción del manuscrito.
Conflicto de interesesLos autores declaran que la presente investigación no ha recibido ayudas específicas provenientes de agencias del sector público, comercial ni entidades sin ánimo de lucro.
Los autores no tienen ningún conflicto de interés.
A todas aquellas personas que de manera anónima y desde su lugar de trabajo: enfermera, auxiliar, médico, comercial, enlace sindical, supervisora, amigo o conocido nos han ayudado y han contribuido a hacer posible este proyecto.