El peso y la talla son dos datos antropométricos muy importantes en Medicina Intensiva y con frecuencia no le prestamos la atención que se merecen. De ellos dependen dosis de fármacos1, drogas vasoactivas2 y técnicas de reemplazo renal3, así como parámetros de ventilación mecánica2. El peso y talla reales no siempre están disponibles al ingreso ni durante la estancia del paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos por diferentes motivos. También es frecuente que no podamos obtener el peso autoestimado por el paciente, que ha demostrado tener un margen de error muy pequeño con respecto al peso y talla reales4,5. En estas condiciones la estimación subjetiva sigue siendo el método más utilizado6,7.
Para comprobar la fiabilidad de las estimaciones subjetivas diseñamos un estudio de cohortes prospectivo, entre el 1 de agosto y el 30 de septiembre de 2008, comparando las medidas reales y estimadas de peso y talla. La muestra incluyó todos los pacientes ingresados en camas con báscula integrada modelo Hill-Rom Total Care P 1.000® durante el periodo de estudio sin distinción de patología, tiempo previsto de estancia en la unidad, ni otros datos que no fueran la necesidad de Cuidados Intensivos. La medición real de peso se realizó en las primeras 24 horas de ingreso con la báscula integrada en la cama y con cinta métrica para la talla, siempre por la misma persona del equipo y que no participaba en las estimaciones subjetivas. La mediación real se ocultó al resto de intervinientes hasta el análisis final de los resultados que ha sido realizado por un tercer investigador que no participó en la fase de experimentación. La estimación subjetiva fue realizada por los trabajadores de la unidad en las primeras 24 horas de ingreso del paciente, incluyendo médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y celadores. La hoja de recogida de datos era individual para cada paciente y solamente se permitía una estimación por paciente y trabajador.
Para el análisis estadístico utilizamos el Método de Bland-Altman y construimos gráficas de desacuerdo-supervivencia. El método de Bland y Altman utiliza una nube de puntos para estudiar el grado de concordancia de 2 medidas cuantitativas construyendo un gráfico donde el eje de ordenadas representa la diferencia de las mediciones y el eje de abscisas la media de ambas mediciones. Una concordancia perfecta produce una línea paralela al eje de abscisas en el punto 0. La nube de puntos resultantes permite estimar la concordancia de forma visual. También realizamos curvas de acuerdo supervivencia para valorar el porcentaje de desacuerdo entre las estimaciones reales y subjetivas para diferentes puntos de corte.
Incluimos 28 pacientes en el periodo estudio que generaron un total de 177 estimaciones de peso y talla. La edad media de los pacientes incluidos en el estudio fue de 60 años. El 65,3% de los pacientes fueron hombres. Los valores medios de peso, talla e índice de masa corporal (IMC) real y estimado de los pacientes incluidos fueron 82kg, 168cm y 30kg/m2 y 80kg, 172cm y 27kg/m2, respectivamente.
En la figura 1 se muestra la nube de puntos según el método de Bland-Altman y las gráficas de desacuerdo-supervivencia. Como podemos observar, la nube de puntos de las estimaciones subjetivas no se ajusta a la recta de referencia 0, y numerosas estimaciones se sitúan fuera del intervalo de error aceptable de ±5kg, ±0,05m y ±2,5 kg/m2. El 63% de las estimaciones cometen un error absoluto para el peso superior a 5kg, el 54% mayor de 5cm para la talla y el 60% mayor de 2,5kg/m2 para el IMC.
Existe una mala concordancia general entre el peso estimado y el peso real. Con este margen de error el 22% de nuestros pacientes ingresados por infarto agudo de miocardio hubiera tenido un error absoluto de 10kg en la estimación de su peso, pudiendo recibir una dosis 5mg superior o inferior a la dosis idónea de Tenecteplasa o de 10mg de enoxaparina, aumentando el riesgo de hemorragia grave o disminuyendo la eficacia del tratamiento.
Del mismo el 24% de los pacientes hubieran tenido un error absoluto superior a 5kg/m2 en la estimación de su IMC y podrían haber sido clasificados de forma incorrecta según su IMC como sobrepeso u obesidad.
Estos resultados desaconsejan la estimación del peso y la talla de manera subjetiva como se venía haciendo de forma habitual en nuestra unidad.
Nuestros resultados son acordes con otros estudios realizados en un entorno similar. El porcentaje de acierto de las estimaciones oscilo entre el 28% (con un margen de error de ±5kg del peso real)8, el 33% (con un margen de error del 5%)9 y el 47%6.
En España no existe bibliografía sobre estudios similares, pero tanto la bibliografía internacional como la experiencia en las unidades de cuidados intensivos de nuestro entorno nos hacen sospechar que la estimación subjetiva del peso y la talla es ampliamente utilizada en las urgencias y unidades de cuidados intensivos cuando se desconoce el dato por los motivos anteriormente referenciados. En este trabajo hemos demostrado la inexactitud de la estimación subjetiva a la hora de medir el peso y la talla. Deberíamos pues, dotar a nuestras unidades de cuidados intensivos de herramientas validadas y fiables que no conduzcan al error, en pro de conseguir unos cuidados de calidad que lleven a la recuperación y tratamiento eficaz de nuestros pacientes.