Las actuales guías del Consejo Europeo de Resucitación 20151 recomiendan que, cuando sea posible, la RCP debe ser llevada a cabo en superficies duras, y en caso contrario, la recomendación es favorable al uso de tablero duro (tablero espinal)1 con la precaución de minimizar, en su colocación, las interrupciones en la RCP y la retirada inadvertida de los accesos intravenosos y de los dispositivos de aislamiento de vía aérea avanzada.
Sobre la utilización de dispositivos de retroalimentación de RCP, las actuales guías1 recomiendan que su uso, solo debe ser considerado como una parte de un sistema más amplio de cuidados. Los estudios al respecto2, a pesar de no haber demostrado una mejora significativa de la supervivencia al alta hospitalaria, sí han demostrado mejorar significativamente el porcentaje de recuperación de circulación espontánea en RCP en hospital cuando su uso se combina con un sistema de mejora a través de entrenamiento y sesiones de debriefing.
A pesar de que varios estudios relacionando superficies elásticas y su influencia en la profundidad de las compresiones3–5 alertan de la influencia negativa de la utilización de dispositivos acelerómetros cuando son utilizados en diversas superficies elásticas de uso común en hospitales, la utilización de estos dispositivos se ha extendido entre los sistemas de emergencias médicas extrahospitalarios y se han convertido en un elemento de toma de datos en estudios de RCP tanto extra- como intrahospitalaria6,7, los cuales han aportado nueva información respecto a la relación entre profundidad de las compresiones y supervivencia en la RCP.
Para comprobar si el efecto de distorsión en la guía de la RCP en las superficies elásticas de las camas de hospital se reproducía también en las camillas de las ambulancias, se llevó a cabo un estudio con el objetivo específico de evaluar la fiabilidad del dispositivo acelerómetro de feed-back Philips, HeartStart Mrx Q–CPR™ (Q-CPR) cuando es utilizado como elemento de guía de RCP en maniquí por el personal de un sistema de emergencias médicas en 3 superficies, suelo, cama y la específica de camilla de ambulancia.
Colaboraron 16 voluntarios (11 hombres [68,75%] y 5 mujeres [31,25%]), médicos, enfermeros y técnicos de emergencias sanitarias del SEM FPUS 061 de Lugo, utilizando para las simulaciones un maniquí skill reporter de Leardal con dispositivo de control giroscópico, siguiendo la retroalimentación del dispositivo Q-CPR durante 2 min de compresiones torácicas continuas sobre una cama estándar de hospital con colchón (190 largo x 90 ancho x 19cm de espesor), sobre una camilla de traslado de ambulancia promeba 6107 en bancada de 57cm de altura con colchón (190×48×9cm) y sobre una superficie no elástica (suelo). La variable de resultado principal fue la diferencia de profundidad (diferencia entre los parámetros recogidos por el Q-CPR y el acelerómetro del Maniquí skill reporter) en cada una de las tres superficies.
Los análisis estadísticos se realizaron con SPSS para Windows, versión 20. El test de Kolmogorov-Smirnov fue realizado para el estudio de la normalidad y para comprobar la diferencia de medias entre las diferentes superficies se realizó un ANOVA de un factor con las pruebas post-hoc de Bonferroni.
La profundidad media de las compresiones recogida por el acelerómetro Q-CPR comparada con el registro giroscópico fue de 51,68mm (DE 6,11) (rango 43-62mm) vs. 56,06mm (DE 5,05) (rango 46-63mm) en el suelo, de 54,93mm (DE 7,88) (rango 43-69mm) vs. 45,12mm (DE 4,88) (rango 35-54mm) en la camilla de la ambulancia y de 57,18mm (DE 10,79) (rango 40 a 78mm) vs. 31,12mm (DE 4,16) (rango 24-42mm) en la cama. Las diferencias de profundidad media enmm entre los 2 métodos de registro en las 3 superficies fueron: M Suelo= -4,41 (DT 7,34); M Camilla=9,81 (DT 5,92) M Cama= 26,06 (DT 9,39) considerándose estadísticamente significativas en las 3 superficies (F (2,45) =62,38 (p<0,001), Eta2= 0,7349).
Se produjo un reiterado incumplimiento en el objetivo de seguir las indicaciones del dispositivo por parte de los participantes, profesionales sanitarios acostumbrados a realizar compresiones cardíacas en víctimas reales: la impresión subjetiva de estar realizando un masaje de escasa profundidad provocaba abandono en el seguimiento del dispositivo, este abandono aumentaba conforme se incrementaba el espesor de la superficie elástica en la que se llevaban a cabo las compresiones.
El acelerómetro fue adecuado como guía de la calidad de las compresiones cuando fue utilizado en una superficie dura (suelo), pero no en las superficies elásticas ya que las indicaciones del aparato sugerían que se estaban realizando compresiones cardíacas de profundidad correcta, pero esta, en realidad, estaba por debajo de los límites recomendados en las guías de RCP1. Este efecto se produjo debido a la inercia de la baja resistencia de la superficie elástica y se relacionó con el espesor de la superficie elástica: a mayor espesor, mayores eran los errores en la profundidad.
Este estudio, a pesar de lo reducido de la muestra, lo que hace es que estos resultados no puedan ser generalizables, obtiene resultados similares a estudios previos con acelerómetros en superficies elásticas de uso común en hospital, mostrando resultados similares a otros estudios3 y con menor concordancia con estudios con calibración previa4,5.
Recientes estudios ofrecen resultados prometedores para nuevos dispositivos de retroalimentación que no se ven afectados por la resistencia elástica como son los dispositivos giroscópicos4 y los sensores flexibles de presión (Shinnosekuken)8,9 y de las potenciales ventajas del uso de los dispositivos mecánicos de compresión cardíaca10 sobre el operador humano especialmente en superficies elásticas, pero hasta el momento, probablemente se debería reforzar la recomendación del Consejo Europeo de Resucitación1, de realizar las compresiones torácicas en una superficie dura cuando fuera posible y desarrollar protocolos específicos con el uso de estos nuevos dispositivos prometedores para aquellos servicios en que por sus especiales características no pudieran mantener una calidad alta de las compresiones1 y siempre como parte de un sistema integral de cuidados2.
En resumen, el acelerómetro Q-CPR ofreció una retroalimentación para la guía fiable cuando fue usado como dispositivo en superficies duras, pero no en superficies que presentan cierto grado de elasticidad como camas y camillas de ambulancia, en las cuales su uso debería de ser evitado.
Autoría/colaboradoresTodos los autores han participado en todas las partes del trabajo de investigación y en la preparación del artículo (en la concepción y el diseño del estudio, en la adquisición de datos, en el análisis y la interpretación de los datos, así como en el borrador del artículo, la revisión crítica del contenido intelectual, y en la aprobación definitiva de este documento).
Se agradece a los médicos, enfermeros y técnicos en emergencias su participación altruista en este estudio.