En un interesante artículo publicado recientemente, Domínguez-Berrot et al. realizan una revisión actualizada sobre el papel de la monitorización de la presión tisular de oxigeno cerebral (PtiO2) en la neuromonitorización multimodal del paciente con traumatismo craneoencefálico grave1. Así mismo, los autores proponen un sencillo esquema diagnóstico y terapéutico para la toma de decisiones ante un probable episodio de hipoxia cerebral.
La clasificación de los tipos de hipoxia tisular fue descrita conceptualmente por Siggaard-Andersen en 19952 y su paradigma ha sido utilizado de forma muy comprensible por Sahuquillo et al. para diferenciar diferentes tipos de hipoxia cerebral3. Basado en este modelo de tipos hipoxia cerebral, un algoritmo diagnóstico y de manejo terapéutico de la hipoxia cerebral según monitorización de la PtiO2 cerebral fue propuesto y publicado en esta revista4. El esquema de actuación ante la hipoxia cerebral propuesto por Domínguez-Berrot et al.1 no difiere en gran medida del algoritmo referido, con la salvedad que no considera el cálculo de la presión de extracción de oxígeno (px). No obstante, consideramos que esta información es necesaria para evaluar el estado de oxigenación de la sangre arterial y así interpretar si una PtiO2 baja obedece a una hipoxia de baja extractibilidad (px baja) o a otro tipo de hipoxia tisular cerebral (px normal)4.
El estado de oxigenación de la sangre arterial viene condicionado por 3 variables cuantitativas, la presión parcial de oxigeno (pO2), la concentración de hemoglobina efectiva (ceHb) y la afinidad de la hemoglobina por el oxigeno (p50). La alteración de una de estas 3 variables puede ser compensada por cambios opuestos en una o 2 de las restantes, y dar lugar a una px normal5. Por tanto, el conocimiento aislado de estas variables (pO2, ceHb, p50) sin el concurso del conocimiento de la px no nos informa si realmente estamos ante una hipoxia cerebral de baja extractibilidad, o más bien estamos ante otro tipo de hipoxia cerebral incluso en una situación de hipoxemia, anemia o alta afinidad compensada que curse con una px normal.
En definitiva, consideramos que el conocimiento de la px es útil y esencial para evaluar el estado de oxigenación de la sangre arterial, y poder diagnosticar el tipo de hipoxia tisular, lo cual ayuda a decidir sobre el manejo más apropiado de pacientes neurocríticos en riesgo de hipoxia cerebral en un esquema construido sobre el modelo de tipos de hipoxia tisular descrito por Siggaard-Andersen.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores no presentan ningún conflicto de intereses.
Autoría/colaboradoresTodos los autores han contribuido en la redacción del texto, así como han leído y aprobado su contenido previo a su envío. Los autores ceden todos los derechos de publicación a Medicina Intensiva.