ANTECEDENTES
El desarrollo en los últimos 50 años de las técnicas y secuencias para el tratamiento de la parada cardíaca y de sus situaciones precursoras, junto con su difusión por asociaciones y sociedades científicas entre los profesionales sanitarios, los primeros intervinientes y el público en general, han posibilitado una resucitación más eficaz, lo que equivale a más vidas salvadas. Desde los primeros momentos, la estandarización por consenso fue un objetivo prioritario.
Norteamérica
En 1966 una primera conferencia conjunta realizada en los Estados Unidos de América por la National Academy of Sciences (NAS) y el National Research Council (NRS)1, y una segunda conferencia conjunta de ambos organismos llevada a cabo en 1973 con la presencia de la American Heart Association (AHA)2, emitieron sendas recomendaciones sobre la enseñanza y realización de las técnicas de resucitación que han sido determinantes para su posterior desarrollo y todavía hoy mantienen una enorme vigencia (tabla 1)3.
Desde entonces, la AHA fue pionera indiscutible en el campo de la Resucitación a través de las sucesivas conferencias de consenso realizadas cada 6 años desde 1974 y publicadas periódicamente en la revista de la Asociación Médica Americana4,5. En la celebrada en 19926 junto con la adopción del concepto de "cadena de supervivencia" (basado en la "cadena de socorro" europea) destacó una voluntad de universalidad y una firme apuesta por la evidencia científica como soporte en la elaboración de las recomendaciones, hechos ambos que se han confirmado de forma inequívoca en la siguiente década7.
Europa
Tras una experiencia pionera durante la realización en 1987, en Lyon (Francia), del 1er Congrès International d'Aide Medicale Urgente, se fundó en 1989 el Consejo Europeo de Resucitación (European Resuscitation Council-ERC), de carácter multidisciplinario. El ERC celebró en Brigthon, en 1992, su primera reunión de consenso, dando lugar a unas recomendaciones europeas para soporte vital básico y avanzado, que fueron publicadas en su órgano oficial, la revista Resuscitation8 y, posteriormente, fueron actualizadas en 1996 en un libro de texto específico que fue publicado coincidiendo con la celebración en Sevilla (España) de su Tercer Congreso9, y revisadas en 199810,11 y en 200012.
España: Plan Nacional de RCP
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y de Unidades Coronarias (SEMICYUC) fue pionera en España en la elaboración de recomendaciones en resucitación con el establecimiento en 1985 de una metodología docente y asistencial unificada, y con su difusión desde 1986 a través del "Plan Nacional de RCP" (PNRCP)13,14. La SEMICYUC participó activamente en la creación del ERC y formó parte del Comité Ejecutivo desde su fundación. El PNRCP aceptó de forma explícita en 1994 las recomendaciones del ERC15 y en 1996 adaptó a ellas sus recomendaciones nacionales, coincidiendo con el inicio de la tercera fase de su programa de formación16,17. LA SEMICYUC impulsó la creación del Consejo Español de RCP, con la participación de otras instituciones con actividad relevante en este campo.
ILCOR
La vocación de universalidad que presidió las recomendaciones difundidas en 1992 por todas las organizaciones llevó a la creación del Comité Internacional de Enlace en Resucitación (International Liaison Committee on Resuscitation-ILCOR), integrado por representantes del ERC y de la AHA, a los que se sumaron otros del Resuscitation Council of Southern Africa (RCSA), del Australian and New Zealand Resuscitation Council (ANZCOR), de la Heart and Stroke Foundation of Canada (HSFC), del Consejo Latinoamericano de Resucitación (CLAR) y de la Fundación Interamericana del Corazón (IAFH). Representantes de los consejos de resucitación de varios países asiáticos acuden también como observadores a las reuniones del ILCOR. En abril de 1997, durante la celebración en Brighton (Inglaterra, Reino Unido) de la conferencia "RCP'97: Hacia un objetivo común" ("CPR'97: Towards a Common Goal"), fueron presentados los primeros documentos públicos del ILCOR, consistentes en una recomendación sobre estrategias de desfibrilación precoz18,19 y un algoritmo universal para soporte vital avanzado20,21, propuestos para su aceptación universal y aplicación específica en los años sucesivos de acuerdo con las peculiaridades de cada continente y de cada país.
Recomendaciones Internacionales 2000
Durante los años 1999 y 2000 diversas reuniones auspiciadas por el ILCOR llevaron a la publicación simultánea en las revistas Resuscitation y Circulation de las International Guidelines 2000 on Cardiopulmonary Resuscitation (CPR) and Emergency Cardiovascular Care (ECC), que añadieron por vez primera el subtítulo de "consensus on science"7,12, y a la posterior publicación de los contenidos y discusiones de la conferencia22.
La metodología empleada para su elaboración fue muy diferente de lo realizado hasta esa fecha, pues fue la primera vez que se aplicó a nivel internacional un esquema de trabajo "basado en la evidencia" para elaborar recomendaciones en resucitación. Así, una discusión "cara a cara" entre expertos con elaboración de informes comenzó en marzo de 1999, una Conferencia para Evaluación de la Evidencia se desarrolló en Dallas en septiembre de 1999 con más de 250 participantes y, finalmente, la International Guidelines Conference se desarrolló en la misma ciudad en febrero de 2000 con más de 500 participantes. Para el proceso de revisión, debate, discusión y consenso se dispuso por vez primera de una web de acceso restringido para su empleo por los participantes.
Los diferentes consejos participantes asumieron íntegramente las Recomendaciones Internacionales 2000 y el ERC las adaptó a la realidad europea, publicándolas en Resuscitation23-25 y una versión en español en Medicina Intensiva26-28.
El "Estilo Utstein"
Uno de los factores que dificultaron durante años el estudio de la supervivencia de la parada cardíaca y de la eficacia/efectividad de las técnicas y secuencias de resucitación fue, hasta fechas recientes, la ausencia de una metodología unificada para la comunicación de resultados. Tal ausencia fue resuelta en los años noventa con la co-publicación, en diversas revistas de gran renombre, del denominado "Estilo Utstein" (nombre de la abadía noruega donde se realizaron las reuniones para su elaboración), para la comunicación de resultados en la parada cardíaca extrahospitalaria29, intrahospitalaria30 o pediátrica31, y de recomendaciones concretas para la investigación de laboratorio en resucitación32.
Las definiciones y los modelos de análisis y comunicación de resultados del Estilo Utstein han sido ampliamente empleados en los últimos años, aunque no se haya llegado a alcanzar uno de sus principales objetivos: la elaboración de grandes registros nacionales e internacionales. Los primeros años del nuevo siglo han sido el momento oportuno para la recolección de resultados homogéneos y comparables, lo que ha permitido un mejor conocimiento de los elementos del proceso de resucitación y favorecido la acumulación de una mayor evidencia científica sobre cada uno de ellos. En junio de 2001 la nueva evidencia acumulada llevó a la realización de un simposio sobre Enseñanza de la Resucitación, que se realizó en la histórica abadía que da nombre a la metodología33, y en abril de 2002 un grupo de trabajo del ILCOR inició en Melbourne (Australia) una serie de reuniones para revisar la experiencia acumulada con el empleo del Estilo Utstein, dando como resultado la publicación de una versión simplificada y actualizada aplicable tanto en resucitación de adultos como pediátrica o neonatal, y tanto en el medio extrahospitalario como en el hospital34,35.
El Grupo de trabajo PULSE
El grupo de trabajo PULSE (Post-Resuscitative and Initial Utility in Life Saving Efforts) fue convocado tras la publicación de las Recomendaciones Internacionales 2000, al confirmarse los pobres resultados alcanzados en resucitación36-38. El PULSE fue una iniciativa multidisciplinaria que reunió a expertos internacionales en la materia y contó con el respaldo de diferentes organizaciones gubernamentales norteamericanas. El propósito del PULSE fue proporcionar un foro interdisciplinario para el análisis de nuevos tratamientos de la parada cardíaca e identificar las más prometedoras tendencias de investigación en resucitación. Las acciones específicas propuestas por el grupo PULSE para reducir la mortalidad de las paradas cardíacas incluyeron: extender la investigación (básica y aplicada) y el desarrollo tecnológico, establecer una red de ensayos clínicos in
ACTITUD DEL PLAN NACIONAL DE RCP
La ILCOR C2005 ha representado la consolidación de la evaluación de la evidencia científica como cimiento esencial sobre el que construir las recomendaciones para la enseñanza y aplicación de las técnicas y secuencias de resucitación y cuidados de emergencia. Tras su participación en la conferencia, el PNRCP ha puesto ya en marcha los mecanismos para la actualización de sus recomendaciones, que serán redactadas a partir de las directrices del ERC y de forma prácticamente simultánea, aunque se esperará para su publicación a que el ERC las haya presentado. Una vez elaboradas las nuevas recomendaciones, la SEMICYUC las presentará en el Consejo Español de Resucitación a las instituciones que lo conforman. No obstante, y como información previa, está planificada la publicación en Medicina Intensiva, durante el primer trimestre de 2006, de un análisis de las recomendaciones definitivas del ILCOR.
Con el fin de renovar el material docente y de adecuarlo a las nuevas recomendaciones, se han designado los editores de Soporte Vital Básico, de Desfibrilación semiautomática, de Soporte Vital Avanzado y de Soporte Vital Avanzado en Trauma para que pueda disponerse, con carácter casi inmediato, del adecuado equipamiento una vez que el ERC haya publicado sus directrices
Sería deseable que todo este proceso tuviese la participación masiva del colectivo de intensivistas que caracterizó a anteriores ediciones del PNRCP y también de todos los profesionales involucrados en la formación y en la aplicación asistencial del soporte vital. Para ello, desde estas páginas se hace un llamamiento a la participación activa, pudiendo a tal fin dirigirse a la Gerencia del Plan Nacional de RCP a través de la Secretaría de la SEMICYUC (secretaria@semicyuc.org).
Conflicto de intereses. Los autores no hemos recibido ayuda económica alguna para la realización de este trabajo. Tampoco hemos firmado ningún acuerdo por el que vayamos a recibir beneficios u honorarios por parte de alguna entidad comercial. Por otra parte, ninguna entidad comercial ha pagado a fundaciones, instituciones educativas u otras organizaciones sin ánimo de lucro a las que estemos afiliados.