Sr. Director:
En las unidades de cuidados intensivos nos vemos obligados a realizar exploraciones de tomografía computarizada (TC) a pacientes en ventilación mecánica con cierta frecuencia. Esta técnica radiológica no está exenta de limitaciones que disminuyen su valor en áreas como la fosa posterior del sistema nervioso central (SNC), la médula espinal o en aquellos casos en los que precisamos una mayor definición del encéfalo. En estos casos podría estar indicada la resonancia magnética (RM). Sin embargo, el ambiente electromagnético generado imposibilita el uso de la mayor parte de los respiradores empleados en las unidades de medicina intensiva. Se pueden producir peligros físicos directos1, interferencias en el funcionamiento del respirador o en la imagen de RM generada.
Para evitar estos problemas se han desarrollado varios métodos: a) respiradores especialmente diseñados para la RM pero que presentan grandes limitaciones (modos ventilatorios básicos, alarmas, coste económico); b) ventilación manual2, y c) alargar tubuladuras3, aunque ninguna parece plenamente satisfactoria. Una reciente publicación4 describe una manera segura y eficaz de utilizar un respirador modelo Servo 900 C en la RM. Los autores, además de unas medidas de seguridad básicas, únicamente modifican el respirador sustituyendo el mezclador de O2 habitual por uno compatible con la RM.
En nuestra unidad nos hemos visto obligados a posponer esta exploración en varias ocasiones hasta que el paciente se encontrara en ventilación espontánea. Basándonos en este artículo4 modificamos un respirador Servo 900 C retirando el mezclador de O2 y conectándolo directamente a la fuente de O2 (figs. 1 y 2), ventilando, por tanto, al paciente con oxigeno al 100%. En una primera fase, durante 90 min, comprobamos el funcionamiento del respirador con bolsa reservorio sin encontrar anomalías en el funcionamiento del respirador ni interferencias en la RM. En una segunda fase se utilizó este respirador en un paciente de 26 años con una encefalomielitis aguda diseminada que cursaba con tetraplejía y que precisaba de ventilación mecánica. La exploración se prolongó durante 2 h durante las cuales se ventiló al paciente en modalidad volumen control con O2 al 100%. No se apreció ninguna interferencia en la imagen RM, en el funcionamiento del respirador ni en los parámetros clínicos del paciente.
Fig. 1.
Fig. 2.
Creemos que es interesante la difusión de este artículo (disponible en la dirección http://www.aarc. org/marketplace/reference_articles/ventilators.asp), por ser una de las primeras evidencias de la seguridad y la eficacia de utilizar un respirador habitual en las unidades de cuidados intensivos, como es el Servo 900 C en la RM tras unas mínimas adaptaciones y precauciones.