Tras leer con interés el artículo recientemente publicado en MedicinaIntensiva por Viña-Soria et al.1 «Resultados y evolución funcional de pacientes críticos con ictus isquémico sometidos a trombectomía mecánica», nos gustaría hacer algunas reseñas.
Este artículo describe los resultados de una unidad pionera en España donde desde hace años se realiza tratamiento endovascular (TEV) a pacientes con ictus agudo, terapia que recientemente se ha demostrado superior al tratamiento solo con fibrinólisis sistémica2.
Los intensivistas tienen un papel fundamental en la atención al paciente neurocrítico, y en nuestra opinión deben participar en el manejo y la toma de decisiones sobre su tratamiento.
En la serie publicada por Viña-Soria et al. se incluye el seguimiento durante un año de 60 pacientes con ictus e indicación de TEV ingresados en la UCI entre 2012-2014 (29% del total de pacientes tratados según criterios vigentes), pacientes con mala situación neurológica y/o necesidad de tratamiento de soporte, a criterio del neurólogo. Esto a priori parece una limitación a la hora de trasladar estos resultados a la práctica clínica, al no reflejar un criterio de inclusión específico.
El manejo de esta enfermedad evoluciona muy rápidamente, con constantes actualizaciones de las guías de tratamiento, la más reciente en enero de 20183. La indicación de TEV actual (hasta 24h desde el inicio de la clínica) es significativamente menos estricta que la reflejada en esta serie. Por otro lado la fibrinólisis debe ser administrada siempre que esté indicada y no suponga retraso para la realización del TEV, sin esperar a la respuesta clínica del paciente. Estudios recientes sugieren la bondad del tratamiento combinado, con mayor porcentaje de buen resultado funcional, menor tasa de complicaciones y mortalidad4. Referente a esto destaca una tasa baja de fibrinólisis en el estudio de Viña-Soria et al. con respecto a otros estudios publicados.
En nuestra unidad ingresan todos los pacientes con ictus subsidiarios de tratamiento de reperfusión. En una serie analizada de diciembre 2016 a diciembre de 2017, ingresamos 206 pacientes: el 42% (86 pacientes) recibió fibrinólisis, el 23% (47 pacientes) terapia combinada y el 35% (73 pacientes) fue tratado solo con trombectomía. Al igual que en los resultados publicados por Viña-Soria los pacientes tratados con TEV experimentan una clara mejoría clínica y funcional, siendo en nuestra serie particularmente llamativa la mejoría funcional en el grupo de terapia combinada con respecto al de solo trombectomía, mRS≤2 del 52% en el primero frente al 27% en el segundo, con menor mortalidad 4% frente al 15%, respectivamente. Estos resultados van en consonancia con los estudios anteriormente citados5.
En nuestra opinión los datos publicados son valiosos, máxime cuando además incluyen seguimiento al año, pero podrían ser de mayor utilidad si reflejaran los resultados globales de todos los pacientes tratados con TEV, así como si estos resultados cambian al compararlos con pacientes tratados según las nuevas recomendaciones. Sería interesante plantear un estudio multicéntrico para obtener tamaño muestral suficiente como para alcanzar conclusiones sobre el manejo y los resultados de ictus tratados con TEV.